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Crónica
18/08/2023
El 1,5% del Producto Interno Bruto (PIB) se busca recaudar por medio de medidas de fiscalización tributaria contempladas en la propuesta de Pacto Fiscal, sin que esto implique un aumento de impuestos, explicó el seremi de Hacienda del Biobío, Sebastián Rivera.
De acuerdo a Rivera, las medidas uno de los puntos claves es evitar la evasión, la elusión y la informalidad. Por ello, la iniciativa presenta “modificaciones que no implican un aumento de impuestos, sino que el cumplimiento de la normativa vigente. En este ámbito se estima que las medidas eleven la recaudación tributaria en un 1,5% del PIB en términos netos”.
“Dentro de la fiscalización del cumplimiento de las obligaciones tributarias tenemos la modernización de la administración tributaria, transparencia del sistema tributario, medidas contra la informalidad, justicia y equidad tributaria. Dentro de esta última existe un ámbito de combate a la evasión y otros ámbitos son las prevención junto con el control del uso de requisitos legales para eludir obligaciones tributarias”, agregó el seremi.
De acuerdo al representante de Hacienda en Biobío, a las medidas antes mencionadas se suman otras como las del área de la informalidad. Acá se observa el incentivo a la formalidad donde se presentó la ruta del emprendimiento, que es un nuevo régimen tributario para las empresas de menor tamaño y que incluye un sistema de monotributo ultrasimplificado para empresas nacientes y un mecanismo de rebaja total y parcial de IVA (Impuesto al Valor Agregado), para extender los incentivos a las nuevas empresas para formalizarse.
En resumen, “la Ruta del Emprendimiento facilitará la formalización, gestión, financiamiento y crecimiento de empresas de menor tamaño lo que generará una estructuración de un nuevo marco formativo aplicable a esta categoría de empresas de menor tamaño”, contó Rivera.
También destaca en el ámbito de las medidas de fiscalización tributaria del Pacto Fiscal las modificaciones al Secreto Bancario, ya que “cambia el procedimiento para obtener el levantamiento de información del contribuyente cuando proceda”.
Acá aparece la figura del denunciante anónimo quien ser premiado siempre y cuando aporte información que permita la persecución de delitos tributarios. “Aquí se genera como contrapeso a la incorporación de sanciones a las denuncias falsas”, explicó el seremi, agregando que “otro punto es la tributación internacional que se traduce en una serie de mejoras en materia de control de operaciones internacionales, en especial entre partes relacionadas y con países calificados como paraísos fiscales o tributarios”.
En cuanto a las importaciones y como resultado de la mesa de trabajo realizada en la Región del Biobío sobre el Pacto Fiscal con las pymes , según indicaron desde el Gobierno, surgió la exigencia del inicio de actividades. Es así que “ determinadas entidades deberán exigir el inicio de actividades, como por ejemplo Aduanas, cuando una persona importe bienes por más de US$3 mil dentro de un periodo de 12 meses donde este organismo debe hacer cumplir que el contribuyente que origina la importación cuente con el inicio de actividades. La misma exigencia de inicio de actividades correrá para los proveedores de servicios de pago electrónico y sus clientes que fue una solicitud planteada en la mesa con las mipymes. En resumen se reforzará la trazabilidad de las importaciones que se realicen y que puedan vincularse a la informalidad” explicó Sebastián Rivera.
Claudio Parés, doctor en Economía y subdirector del IER (Informe Económico Regional de la Facultad de Ciencias Económicas y Administrativas (Facea) de la Universidad de Concepción (UdeC) apuntó a que “una de las cuestiones en que ha insistido el Gobierno es en lo “pragmático” de este cambio. De hecho, han insistido en llamarlo “Pacto Fiscal” y no “Reforma Tributaria” para que se entienda que es un tema complejo y que toca varias aristas del funcionamiento de la economía”.
Del mismo modo, Pares comentó que “las principales medidas tienen que ver con simplificar el pago de impuestos de pequeños contribuyentes para facilitar la formalización. Así, dependiendo del tamaño de la empresa, se proponen formas que van desde el pago de un monto fijo de impuestos hasta un pago “transparente” en el que las empresas solo pagarían el impuesto a la renta de sus propietarios, dependiendo del tramo en el que queden. No es muy distinto de lo que sucede hoy, pero el proceso es más directo”.
Un punto no tan favorable del pacto fiscal, en la mirada del académico de la UdeC, es que “lamentablemente, aunque por un lado esto impulsa a la formalización y cierra ventanas de elusión, también abre otra evidente: si no se fiscaliza adecuadamente, las empresas comenzarán a fraccionarse y a generar múltiples giros o “Rut”, con lo que podrían acogerse a beneficios que no les corresponden si es que no se fiscaliza adecuadamente. Entonces, se cierra una ventana pero se abre otra. Creo que esta última es más fácil de fiscalizar”.
Adicionalmente, Claudio Parés indicó que “aunque es un esfuerzo que va en la dirección correcta, no logra corregir dos problemas de fondo: la baja base de recaudación de impuesto a la renta (muy poquita gente paga impuesto a la renta) y lo poco progresivo que es el sistema general, considerando el alto nivel de IVA. Esto hace que no entendamos el rol ni lo que significa pagar impuestos en tanto ciudadanos y eso termina creando problemas de amistad cívica”.
Jaime Landaeta, académico de la carrera de Auditoria de la Universidad del Bío-Bío comentó que es interesante lo que plantea el Pacto Fiscal respecto al monotributo, ya que “apunta a dejar de tener tanta gente con ventas informales y llevarlos hacia la ruta de una mayor formalidad junto con penalizar a quienes traten de infringir las normas”, concluyó.
