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Crónica
31/10/2023
Impulsar el crecimiento económico y apuntalar la inversión, son banderas que desde hace un buen tiempo vienen levantando desde mundo empresarial en medio de las dificultades que están atravesando producto de una economía chilena sumergida en el estancamiento.
Una situación que se ha visto reflejada en la seguidilla de empresas que, semana a semana, informan estar al borde de la banca rota. Algunas de ellas, emblemáticas.
Es que el mix del estallido social y pandemia no ha sido fácil de digerir, por lo que son varias las firmas que han optado por acogerse a la ley de Insolvencia para intentar una reorganización o, derechamente, solicitar su liquidación para poder cumplir con sus compromisos financieros. Rhein, Argos, Bravissimo, Pollo Stop y Pedro Juan y Diego son algunas, sin considerar la larga lista de empresas ligadas sector constructor e inmobiliario que han debido bajar sus cortinas en medio de la crisis propia que vive la industria. Se suman a ellas algunas que, si bien, no han debido recurrir a la justicia ante un inminente riesgo de quiebra, sí han mostrado dificultades en sus operaciones, como Huachipato, Polpaico y la forestal Arauco.
Según un informe de Fix Partners Advisors y Castañeda, Chadwick & Pino Abogados, el tercer trimestre de este año la deuda de las firmas en restructuración sumó $1.511.000 millones, su mayor nivel desde la promulgación de la Ley de Reorganización y Liquidación de empresas y personas en octubre de 2014. Al respecto, Ricardo Mewes, presidente de la Confederación de la Producción y del Comercio (CPC), enfatizó en que "aunque parezca reiterativo, aquí se requiere inversión, se requiere crecimiento económico y lo que está pasando con estas empresas que se están reorganizando es que no han tenido la opción de seguir desarrollándose".
Para el líder del gran empresariado "es clave que realmente Chile pueda crecer y no al 2%, hoy día no estamos creciendo nada, todos sabemos que cada punto de crecimiento genera cerca de US$800 millones al país para que también pueda desarrollar sus proyectos sociales, pero hoy día esos recursos no están y eso afecta claramente a las empresas en su financiamiento, en su proceso de flujo de dinero para poder funcionar". "Es muy lamentable lo que está pasando, pero si un país no crece, es probable que esto lamentablemente se vuelva a repetir", acotó.
En tanto, Bernardita Silva, gerenta de Estudios de la Cámara Nacional de Comerio (CNC), aseguró a Emol que muchas de estas empresa -Rhein, Argos, Bravissimo, Pollo Stop y Pedro Juan y Diego- "ya venían con problemas de caja antes de la pandemia por lo que esta profundizó la situación y hoy se están viendo las consecuencias". "Hay que pensar que el rubro de restaurantes y servicios de comida estuvo casi dos años con altas restricciones, por lo tanto, aquellos que ya venían con alta deuda, tuvieron que adquirir más y ya la situación fue insostenible", agregó.
Sobre esto último, Silva planteó que una situación similar sucede con el sector comercio y detalló que "hemos visto también algunas reorganizaciones y liquidaciones por parte de empresas que ya venían con dificultades previo a la pandemia". En ese sentido, explicó que luego "muchas de estas adquirieron más deuda frente al fuerte aumento del consumo durante el 2021 y 2022, pensando que se mantendría la alta demanda".
Sin embargo, enfatizó en que "el escenario no fue así y la fuerte desaceleración del consumo vista en los últimos meses, sumado a un mayor costo crediticio y una alta inflación, que afectó tanto costos fijos como variables, tuvo un fuerte impacto, sobre todo en aquellos que ya venían con altas cargas financieras".
En tanto, George Lever, gerente de Estudios de la Cámara de Comercio de Santiago (CCS) sostuvo que el aumento de las insolvencias en un fenómeno que está ocurriendo a nivel global, y que en parte corresponde al ajuste económico de los últimos años. Según aseveró, hubo algunos rubros en particular que no se pudieron beneficiar de los apoyos económicos durante la pandemia y que la situación ha sido más compleja por ejemplo, en el área de servicios presenciales, como el turismo, gastronomía y entretención.
"Factores comunes para todo tipo de empresas a nivel internacional y local han sido los fuertes aumentos de costos e inflación, la disminución de los márgenes, las altas tasas de interés, las menores ayudas estatales a la pyme y la contracción de la demanda post pandemia", agregó.
En el caso de Chile, Lever afirmó que "además se suman una inversión más contraída producto de la incertidumbre política y de las trabas en la obtención de autorizaciones para nuevos proyectos, y el aumento en los costos laborales, junto a una política más conservadora de los proveedores de financiamiento". Es por esto último que las empresas "han navegado estos tiempos difíciles tratando de mantenerse viables, pero a falta de una mejoría más rápida en las condiciones generales y particulares los plazos se agotan y la situación se vuelve insostenible", acotó.
A su vez, en el ámbito monetario, el gerente de Estudios de la CCS enfatizó en que "complica la reciente timidez del Banco Central en el proceso de normalización de las tasas de interés". "Vemos una urgente necesidad por destrabar e incentivar las inversiones y esperamos que las autoridades apunten a ese objetivo lo antes posible", cerró.