En el canal Mesamávida, fuertemente afectado durante las intensas lluvias de este invierno, el ministro de Agricultura, Esteban Valenzuela, destacó junto al director ejecutivo de la Comisión Nacional de Riego (CNR), Wilson Ureta, y decenas de regantes de la provincia del Biobío, el inicio de la nueva temporada de riego 2023-2024. 

En la actividad organizada de manera conjunta entre la CNR, la Junta de Vigilancia de la Cuenca del Río Biobío y la Municipalidad de Los Ángeles- el ministro Valenzuela destacó que a pesar de las dificultades enfrentadas este año, gracias al trabajo colaborativo entre las distintas instituciones se logró rehabilitar cientos de canales en un tiempo récord. 

“Maravilloso hacer el lanzamiento acá en la región del Biobío que fue una de las cuatro regiones más afectadas junto a O’Higgins, Maule y Ñuble con las inundaciones. Acá hubo un trabajo colaborativo extraordinario. Se logró reponer el riego, estamos a todo pulmón y, además, esta región tiene que crecer en la agricultura”, sostuvo el ministro Valenzuela tras la ceremonia donde se entregaron $1.267 millones en bonos correspondientes al “Primer Concurso Nacional para campesinos INDAP”, 201-2023 Pequeña Agricultura y del concurso 52-2023 Obras Medianas. 

Además, el secretario afirmó que ahora “la meta es seguir trabajando, junto a las organizaciones, para avanzar en la rehabilitación definitiva de la infraestructura dañada —canales, compuertas, telemetría— y recuperar la tecnificación perdida por las lluvias e inundaciones”. 

Por otra parte, el director ejecutivo de la CNR, Wilson Ureta, señaló que el inicio de la temporada de riego “tiene un gusto especial este año; este fue un año muy difícil en la temporada de invierno producto de las inundaciones y tuvimos un gran trabajo en conjunto con otros servicios como el INDAP para poder rehabilitar cerca de 30 canales en la región”. 

En ese sentido, Ureta explicó que “en la etapa de reconstrucción definitiva de las obras que vienen ahora aquí y, idealmente, tienen que ser mejores que las que había antes para enfrentar nuevos fenómenos, tanto extremos como de crecidas, pero también la escasez hídrica. Nosotros vamos a dedicar nuestros esfuerzos y también los recursos y los programas de CNR, tanto ley de Riego como nuestros estudios y programas para lograr esos objetivos”.  

En términos de suministros de riego, el director ejecutivo de la CNR afirmó que “está en mejores condiciones que la temporada anterior, pero no nos puede dejar tranquilos en el largo plazo”. Además, explicó que “el cambio climático llegó para quedarse y más allá de que vamos a tener una o dos temporadas de mejor riego, hay muchos déficit en la infraestructura y también en las capacidades de los agricultores para usar mejor el agua. Eso nosotros lo vemos en una política de Estado, tanto en el corto, mediano y largo plazo y los recursos de la CNR están asegurados para todo ese período”.  

La Delegada Presidencial Regional, Daniela Dresdner, valoró que la inauguración de la temporada se realizará en la región y dijo que “queremos celebrar este momento tan especial para la agricultura de nuestro país porque sabemos que hemos tenido un año complejo y, por lo tanto, salir adelante y poder empezar con esto, en temporada de riego, poder empezar a entregar vida, es una muy buena noticia para nuestra región”.  

Desde la Junta de Vigilancia del río Biobío, su presidente, Juan Vallejos, afirmó que esperan cumplir adecuadamente la demanda de riego para todos los cultivos. También reconoció “la importancia que tiene la agricultura para el país, para nuestras regiones especialmente, y el entender que detrás de las organizaciones hay mucha gente que está preocupada de producir alimentos de buena forma y que son el sostén de la alimentación del país y de parte del mundo. En ese sentido nos alegra mucho que el gobierno se haga presente en esta región”. 

Finalmente, el ministro Valenzuela señaló que “nosotros valoramos muchísimo la industria forestal y nuestros parques nacionales, pero necesitamos zonas de mitigación con pasturas, avena, frutales, necesitamos un paisaje más resiliente. Menos territorios abandonados y pastos secos en verano a propósito de los incendios y, por tanto, el trabajo, la voluntad, las ganas, la alegría, la gratitud que ha demostrado la gente del Biobío por este trabajo es extraordinario. Vamos por un Biobío agroalimentario y verde”.