A través de un proyecto de resolución, que fue aprobado con 129 votos a favor y 12 abstenciones, la diputada de la UDI, Flor Weisse, solicitó al Ejecutivo que tome acciones en torno a destinar recursos para efectuar trabajos de limpieza y de retiro de escombros en los sectores que han sido afectados por el desborde de los ríos; realizar convenios con fin de habilitar hoteles para albergar a personas damnificadas que se encuentren en estado riesgoso de salud, otorgando protección desde el punto de vista sanitario tal como se realizó durante la pandemia, mientras se otorga una respuesta definitiva a su situación habitacional; fiscalizar permisos de edificación de construcciones que sean llevadas a cabo en zonas de riesgo, especialmente áreas cercanas a cauces y riberas; otorgar apoyo económico adicional para aquellas familias y Pymes que hayan perdido sus cultivos; y eximir de la obligación de pagar contribuciones a todos los afectados por esta catástrofe por el período de un año.

Todo lo anterior en relación a las fuertes lluvias que afectaron a la zona sur del país en los meses de junio y julio del año pasado, que ocasionó graves consecuencias para muchos habitantes, por causa del desborde de ríos y cauces provocó daños en carreteras y destruyó múltiples viviendas, dejando a cientos de personas damnificadas.

La parlamentaria recordó que “las autoridades tuvieron conocimiento de que ocurriría este sistema frontal y realizaron evacuaciones preventivas en diversos sectores. Sin embargo, esta práctica resultó ser insuficiente, siendo hoy más que nunca necesario fortalecer la política vinculada a las emergencias, mejorando la gestión de los recursos destinados a enfrentar este tipo de eventos”.

“Es indispensable que la reconstrucción contenga obras de mejoramiento de los cauces y riberas y que sea posible alcanzar los objetivos en cuanto al aprovechamiento de aguas y control de ríos, siempre mediando el respeto al medio ambiente”, aseguró Weisse, junto con destacar que “deben existir acciones concretas para ayudar a las familias que han perdido sus viviendas y trabajos, pues gran parte de las personas afectadas se desempeñan laboralmente en los rubos de agricultura, comercio y turismo.

Por último, Weisse destacó que debe tenerse en consideración que la zona afectada “es imprescindible en la producción de frutas y hortalizas que se distribuyen por todo el territorio nacional para el consumo interno, y que la escasez de estos alimentos provoca un aumento en el precio de alimentos básicos, afectando el presupuesto de muchos chilenos”.