En un esfuerzo conjunto entre el Estado y la sociedad civil, la construcción del nuevo Plan Nacional de Acción contra la Violencia de Género busca contribuir a la consolidación de una política pública

nacional para el período 2021-2030 que permita prevenir, enfrentar, erradicar y reparar todo tipo de expresión de violencia contra las mujeres.

Liderado por la seremi de la Mujer y la Equidad de Género, Lorena Segura, el 10 de noviembre se realizó este encuentro para recoger las contribuciones de mujeres de la Región del Biobío, donde participaron 60 mujeres, entre representantes de la sociedad civil, encargadas de género de distintos servicios públicos y autoridades.

La seremi de la Mujer y la Equidad de Género, Lorena Segura, expresó su compromiso con este proceso y destacó la importancia de la colaboración entre el Estado y la sociedad civil en la lucha contra la violencia de género. “Este Plan Nacional de acción es una herramienta fundamental; es la hoja de ruta de trabajo hacia el año 2030. La violencia de género es una problemática compleja que requiere un abordaje integral, coordinado e intersectorial, donde todas las voces tengan espacio".

En esta actualización de la estrategia nacional, el Ministerio de la Mujer y la Equidad de Género está involucrando a diferentes sectores e instituciones. Segura destacó: "Es esencial que trabajemos juntos y juntas desde una visión interdisciplinaria y multisectorial. La participación de representantes de la sociedad civil y especialistas en el abordaje de la violencia es crucial para garantizar que nuestras políticas sean efectivas y sensibles a las diversas realidades”.

Asimismo, Segura enfatizó que, entre otros aspectos, este trabajo permitirá ampliar las instituciones que integran el Comité Técnico. "Estamos fortaleciendo la base institucional para asegurar una implementación sólida y efectiva de las políticas propuestas. Además, situamos en el centro la importancia de la participación social y promovemos la gobernanza de la sociedad civil para garantizar que las soluciones sean inclusivas y representativas”, señaló la autoridad.

La descentralización de la implementación es otro aspecto clave. Por eso este proceso participativo se ha realizado en todas las regiones de Chile, con el objetivo de reconocer en el proceso de actualización las particularidades de cada región, sus comunas, barrios y localidades. “La implementación descentralizada nos permitirá adaptar las estrategias a las necesidades específicas de cada territorio, asegurando que ninguna mujer quede sin protección y abordar desde una mirada holística", destacó la seremi.

Por último, esta actualización considerará también un mecanismo de seguimiento. “Queremos un Plan Nacional de Acción dinámico y adaptable, capaz de responder eficazmente a los desafíos cambiantes en la lucha contra la violencia de género. La colaboración y el compromiso de todos son clave para lograr un cambio significativo. Tenemos seguridad de que este esfuerzo impactará positivamente y mejorará la calidad de vida de muchas mujeres, creando una sociedad segura donde nadie se quede atrás", concluyó la autoridad.