Regional
Crónica
24/11/2023
Si bien ya han pasado 8 meses desde los devastadores incendios forestales que afectaron gran parte de la región, escuchar las historias de los sobrevivientes sigue erizando la piel tal como si todo hubiese pasado ayer.
Es que las diferentes labores de reconstrucción, han permitido conocer y recopilar historias de esfuerzo y resiliencia; reflejando la fortaleza del pueblo chileno ante este tipo de adversidades.
Fue así, como el equipo de Catastro de la Seremi de Bienes Nacionales Biobío, durante una de sus tantas jornadas de mensura en Santa Juana –en el marco del Programa de Regularización de Emergencia- se encontró con 3 grandes mujeres (entre muchas otras), que detrás del dolor de haber perdido todo, dan gracias por estar con vida y reconocen sentirse con más fuerzas que antes para salir adelante y reconstruir sus sueños rotos.
Fabiola Rivera Medina, compró un terreno en el Fundo La Esperanza de Santa Juana con la idea de irse a vivir allá junto a su familia. Afortunadamente, el día del incendio, ella no estaba en casa, pero recuerda los relatos de quienes le contaron cómo el fuego se devoró todo lo encontró a su paso.
Para ella, “venir después y ver en lo que se había transformado mi casa –que ya estaba lista- me derrumbó todos los sueños que tenía a futuro, pero así también, me dio fuerza para seguir adelante”.
Después de comprar el terreno –continuó Fabiola- “me enteré que tenía que regularizarlo, pero con saber que va a ser mío, vale todo sacrificio, porque sé que, finalmente, este terreno será de mí propiedad y de mi hija”.
Una situación similar vivió Patricia Ibarra Sandoval. Ella, junto a su marido (de 80 años) y su madre (de 93) se trasladaron desde Concepción a Santa Juana en búsqueda de tranquilidad. Pero, tras el incendio, todo cambio. Quedaron sin nada.
Felizmente, una vecina les prestó su casa para que puedan vivir hasta que pueda reconstruir la suya, porque con el incendio –recordó Patricia entre lágrimas- “se nos quemó todo…hasta los sueños”.
Pero –enfatizó- pese a todos los estragos del fuego, “aquí estamos; luchando para salir adelante y sanear la propiedad, porque sabemos que, sin el título de dominio, vivimos en la incertidumbre. Por eso, lo único que queremos, es solucionarlo para poder construir una casa de nuevo y terminar nuestros días de vida, aquí, en la tranquilidad del campo”.
Y su historia no termina ahí. Ella tenía un taller de confecciones y un invernadero…y todo se quemó. Por eso, cuando vio llegar al equipo técnico de Bienes Nacionales se sintió algo más aliviada.
Esto, porque los profesionales de la Unidad de Catastro, son los encargados de ratificar las medidas y los límites de la propiedad a regularizar, siendo una de las últimas etapas de este trámite. Así, con la información recopilada en terreno, los técnicos confeccionan el plano del inmueble, el que, posteriormente, se inscribirá en el Conservador de Bienes Raíces respectivo.
Por eso, enfatizó Patricia, “aunque se me habían cerrado muchas puertas, ahora estoy contenta, porque todas estas gestiones, dan tranquilidad. Uno puede tener muchas cosas, pero si no tienes cómo comprobarlo, es como no tener nada (…) Así que ahora, a empezar de nuevo con mucha fe”.
Julia Ortiz, del sector Ovejería, también tuvo suerte. El día del incendio, salió a hacer un pedido de alimentos y, cuando volvió, se encontró con todo incendiado. Dada la emergencia, por precaución y seguridad, no pudo acercarse a su casa por varios días.
Así, al poco conversar, Julia recordó que “cuando vi todo el desastre, fue terrible para mí. Sentí una pena por el esfuerzo más que nada, pero tengo la certeza, la fuerza y la convicción que voy a volver a levantarme”.
Si bien esta propiedad –prosiguió- tiene un valor sentimental, porque le perteneció a sus antepasados, la intención de tramitar el título de dominio es algo que “uno lo hace por los hijos. Para dejar todas las cosas ordenadas. Además, porque es por ellos que una saca las fuerzas para seguir”, concluyó.
Por su parte, el Seremi de Bienes Nacionales en la Región del Biobío, Eduardo Pacheco Pacheco, enfatizó que, en estos casos en particular, “lo primero, es decir que éste es un proceso muy importante. Luego del análisis jurídico, se deriva a la Unidad de Catastro, para poder realizar las medidas en terreno, ver los deslindes y todo lo que tiene relación con los límites de la propiedad que se va a regularizar. Y, eso es, lo hemos estado haciendo en Santa Juana”.
A su vez -agregó- “aquí tenemos una situación muy relevante. Primero, son familias que sufrieron los embates y la tragedia de los incendios forestales el pasado verano y, en segundo lugar, en este caso, estamos regularizando propiedad a mujeres y, eso, también se enmarca en el Fondo de Transversalización de Género”.
Lo más importante a destacar, agregó Pacheco, es ratificar que “en los últimos meses, hemos trabajado arduamente con los equipos técnicos para seguir cumpliendo con las familias afectadas por los incendios forestales”.
También -concluyó- “hemos realizado todas las labores para regularizar propiedad raíz en un proceso de emergencia con los compromisos de tramitar en ocho meses y la gratuidad para las familias que acreditaron la afectación de sus viviendas”.