El Congreso Nacional, con votaciones unánimes en la Cámara de Diputadas y Diputados y luego en el Senado, despachó la nueva ley de seguridad privada, que había sido ingresada en agosto del 2009, es decir, llevaba 14 años de tramitación.

La norma era parte del "fast-track" legislativo para reforzar la seguridad y el orden público del país, acordado en abril entre el Gobierno y ambas cámaras, y estaba dentro de las leyes que debían ser visadas antes de fin de año.

"Pasaron 14 años para que una ley fundamental viera luz, en un proceso legislativo de altísimo nivel, con mucha rigurosidad para permitir que Chile de una vez por todas tenga una ley de seguridad privada", destacó el subsecretario de Prevención del Delito, Eduardo Vergara.

La autoridad relevó que, desde que fue sellado el acuerdo, "se trabajó en conjunto, y en solo cuatro meses logramos que se aprobara una ley, ya luego de un tercer trámite de forma unánime, que estuvo 14 años siendo empujada".

La ley, a la que el Ejecutivo le ingresó indicaciones, cayó a comisión mixta en las últimas semanas, cuyo informe fue aprobado hoy, primero en la Cámara Baja por 136 votos a favor y cero rechazos o abstenciones, y luego en el Senado por 26 respaldos y ninguna negativa.

La nueva norma apuntará a profesionalizar la actividad, atendiendo el alto número de personas que se dedican a ésta, que en el país alcanza una proporción de entre cuatro y cinco guardias por cada carabinero. 

También elevará los estándares para la regulación de las empresas de seguridad, establecerá categorías de multas por incumplimientos y, según el subsecretario Vergara, pondrá fin a la rigidez de la categorización de las entidades obligadas a contar con seguridad privada.