Por Gustavo Venegas Soto

En medio de la creciente preocupación nacional por la seguridad, se revela una brecha significativa entre la percepción ciudadana y la realidad de la criminalidad durante la última década.

Vale recordar que el Gobierno, al presentar los resultados de la Encuesta Nacional Urbana de Seguridad Ciudadana (Enusc) 2023, destacó que la sensación de inseguridad ha alcanzado el 90.6%, la cifra más alta de la última década. Asimismo, la encuesta de Cadem, señala que el 60% de la población considera esta materia como una prioridad para la agenda gubernamental de 2024.

Contrariamente a esta aprehensión generalizada, las estadísticas revelan un panorama un poco más matizado en la Región del Biobío. A lo largo de los últimos 10 años, se han registrado leves alzas en la criminalidad, desafiando la idea de un aumento alarmante.

La delegada presidencial, Daniela Dresdner, afirmó que “este año se han desbaratado 22 bandas de crimen organizado. Esto es muy importante porque estas están asociadas a los delitos que justamente son los que generan más temor en la población. Los delitos de narcotráfico, de utilización, tráfico de armas y municiones y los delitos de homicidios. La comparación es bastante drástica entre este trabajo que se ha realizado durante este año versus lo que había en los años anteriores”.

Además, en un análisis más detallado según el Centro de Estudios y Análisis del Delito (CEAD), los delitos de mayor connotación social han experimentado cambios notables. Entre 2013 y 2023, se observa una disminución de casi dos mil casos en delitos como hurtos, robos con violencia e intimidación, robos en lugar habitado y robos por sorpresa. Esto al hacer la comparación de cada primer semestre en la línea de tiempo.

Sin embargo, se presenta un contraste evidente, con un aumento en delitos como homicidios y el robo de vehículos motorizados. Detrás de estos números, destaca que la mayoría de los victimarios son hombres, con edades comprendidas entre los 18 y 29 años.

Persecutor

Michelangelo Bianchi, jefe de la Unidad de Análisis Criminal Fiscalía Regional, afirmó que “hay varios delitos que han descendido en cuanto a su realización, han aumentado las detenciones, las cuales nos mantiene bastante positivos en cuanto a la persecución penal eficiente que se ha desarrollado, vimos que en el delito de tráfico de droga han aumentado las incautaciones y con ello también han aumentado las detenciones”.

“El delito que se ha incrementado y es una realidad es el homicidio en crimen organizado. Y es por eso que nuestra región se encuentra dentro de otras 10 del país que está convocada a la creación de este equipo precisamente destinado a la persecución penal eficiente de delitos de homicidio del crimen organizado”, agregó.

La Dra. Jeanne Simon Rodgers, académica del Departamento de Administración Pública y Ciencia Política de la Universidad de Concepción, destaca que, a pesar de no debilitarse en la capacidad de combatir el crimen, Chile experimenta una marcada sensación de inseguridad.

“En Chile estos grupos están creciendo económicamente y es por eso que se están generando más conflictos o competencias entre distintas bandas, es ahí la causa de tantos homicidios. Y estos aparecen en los medios con mucha audiencia, y el efecto es la sensación de inseguridad”.

Desde el Ejecutivo

Con el objetivo de seguir contribuyendo al respecto, en la última reunión del consejo de gabinete, el Gobierno destacó que se han aprobado 42 leyes de seguridad entre marzo y diciembre de 2023.

Estos proyectos abordan temas como penalidad, protección de grupos vulnerables, prevención del delito y control fronterizo. De hecho, durante el mandato de Gabriel Boric, se promulgaron más decretos de seguridad que en las administraciones anteriores desde el retorno a la democracia.
Se espera que, antes del cierre legislativo en febrero, se sumen más leyes, incluyendo proyectos sobre seguridad privada y registros audiovisuales policiales.

Asimismo en asuntos de prevención y desafíos a futuro, Marco Millar, coordinador regional de Seguridad Pública del Biobío, dijo que “entendemos que actualmente esta materia se ha instalado como el tema de mayor relevancia para la comunidad y así lo refleja el presidente Gabriel Boric, en la gestión de su Gobierno. No sólo mediante la presentación de importantes proyectos de ley que buscan abordar una brecha importante, sino también realizando énfasis en fortalecer el trabajo que tiene el Ministerio Público a las propias policías y esto se ha reflejado en el aumento que ha realizado este gobierno en la presentación del presupuesto durante los últimos dos años”,

Además añadió “también queremos destacar en este caso el abordaje que se está realizando en fortalecer el rol preventivo que tienen los distintos municipios del país, quienes conocen la realidad local, y esto lo hemos realizado mejorando la entrega de los recursos directos a las comunas eliminando la concursabilidad. En este sentido también mejorando las capacidades técnicas y facilitando la coordinaciones para aumentar el impacto de estas medidas preventivas para que la ciudadanía pueda percibir estos esfuerzos en la seguridad en su día a día”.

Estos datos desafían la narrativa predominante de una crisis desbordada y subrayan la importancia de analizar la seguridad desde una perspectiva más matizada. La Región del Biobío puede ser un microcosmos de la complejidad de la seguridad en Chile, donde la percepción y la realidad a menudo divergen, dando lugar a la necesidad de políticas y estrategias basadas en un entendimiento preciso de los desafíos reales que enfrenta la comunidad.