Con el propósito de perseguir penalmente a los responsables, la empresa Frontel presentó una querella criminal por los delitos de robo de cables del tendido eléctrico y receptación.

El robo se perpetró la noche del pasado domingo 6 de junio, en el sector de Bellavista, en la comuna de Los Ángeles, donde desconocidos sustrajeron, aproximadamente, 1.650 metros de cable de cobre, dejando a 177 familias de los sectores de San José Biobío, una parte de Miramar, La Isla, Los Cristales y Duqueco Sur sin suministro eléctrico.

A raíz de ello, dos hombres fueron detenidos en el sector por efectivos policiales de la primera Comisaría de Carabineros de Los Ángeles por la sustracción de cables del tendido eléctrico; ambos quedaron a disposición del Ministerio Público.

En lo que va corrido del año, la distribuidora ha presentado 7 querellas en la región del Biobío, lo que corresponde al mismo número de robos de que ha sido víctima.

“De enero a la fecha se han sustraído cerca de 12.400 metros de cable de cobre en tres comunas de la región, siendo los sectores rurales los más afectados”, así lo señaló el jefe de Servicio al Cliente de Frontel, Jaime Manríquez.

Asimismo, el ejecutivo aseguró que "los costos de este delito para las distribuidoras no son comparables con el gran daño que se le ocasiona a la comunidad, porque el trabajo que debemos realizar para reparar las redes es de tal complejidad que, muchas veces, los usuarios afectados deben permanecer sin energía por extensas jornadas, lo que conlleva graves problemas en la vida diaria de nuestros vecinos”. 

Es importante señalar que el delito de robo de cables de tendido eléctrico es perpetrado, muchas veces, por bandas organizadas que se dedican a la reducción de cobre y que operan en zonas altamente rurales, provocando interrupciones considerables en el servicio eléctrico. Los más vulnerables son aquellas familias que, dada su lejanía con los centros urbanos, no cuentan con los medios para dar aviso oportuno a la empresa o a las policías.

El llamado de Frontel es a denunciar a los números de las policías uniformada o civil, o bien, al número de atención a clientes de Frontel 800 600 802 para evitar que las familias sigan sufriendo por culpa de este flagelo.