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09/05/2024
Sequía, inundaciones por desbordes de río, o bien, producto de marejadas e incendios forestales son parte de externalidades que está generando el cambio climático en la Región y en todo el territorio nacional.
Por ello, buscando adaptarse a los efectos negativos que produce el calentamiento global, y a la vez poner en marcha medidas que logren mitigar las consecuencias que el fenómeno pueda provocar, se realizó la primera sesión del año del Comité Regional de Cambio Climático (Corecc), instancia compuesta por diversos actores públicos y privados, que diseñará un plan para enfrentar de mejor forma la crisis climática y así disminuir la afectación que está provocando.
El seremi de Medio Ambiente Pablo Pinto, aseveró que el Plan de Acción Regional de Cambio Climático debe abordar, incorporando a distintos organismo, instrumentos de trabajo y a la sociedad civil, las consecuencias que genera el calentamiento global. Hizo hincapié en la importancia del trabajo del mundo científico en la labor que están desarrollando, pues según dijo, eso permitirá tener un diagnóstico certero de los efectos que el fenómeno está provocando en la Región.
“Ya se han reunido los equipos técnicos y se han realizado talleres de participación ciudadana, con pertinencia intercultural, los próximos se harán el 22 y el 24 de mayo, y la siguiente reunión del Corecc quedó definida para agosto. En ese momento ya deberíamos contar con el primer borrador del anteproyecto, que debido a los trabajos que ya se han realizado, lo más probable es que esté muy avanzado”, dijo.
En noviembre, según anunció, se debería tener listo el anteproyecto del plan de trabajo, “después de eso se pasará a un proceso de consulta que dura entre 60 y 90 días, para estar aprobando el plan a más tardar en abril del próximo”.
Eso sí, para lograr obtener contar con el plan, explicó, primero se debe avanzar en la planificación relativa a la pérdida de la diversidad, seguridad hídrica, medios de vida y de producción, riesgo de inundaciones y confort térmico asociado a las olas de calor y en riesgos relacionados a los incendios forestales.
El seremi detalló que una vez que el plan esté aprobado su ejecución será liderada por el Gobierno Regional, trabajo que se unirá a los planes que cada comuna tendrá que tener listos en junio de 2025. “Para eso ya estamos entregando información, asesorías y ayudas técnicas para que las municipalidades puedan empezar a elaborarlos. La idea es tener una retroalimentación y estar en comunicación con ellos para resolver dudas e ir avanzando”, dijo.
Por el momento el Comité Regional de Cambio Climático tiene claro las principales vulnerabilidades de la Región, una de ellas es la alta exposición a “los incendios forestales. Si bien esta última temporada se logró frenar un poco con la acción preventiva que han realizado distintas instituciones como la Conaf, Gobierno Regional y Senapred, el riesgo sigue presente”, dijo.
El seremi afirmó que las olas de calor, unido a la sequía y a la cercanía de las plantaciones forestales ponen en riesgo a las comunidades, tal como sucedió con Santa Juana y Curanilahue, por lo que se debe poner atención a los fenómenos que están expuestas las comunas.
Otro factor de riesgo que tiene presencia en todo Biobío son las inundaciones que, según detalló, se pueden generar en el todo el borde río producto de las lluvias, así como también en sectores en los que había humedales, pero fueron rellenados. “Hay una vulnerabilidad enorme de poder sufrir inundaciones debido a las lluvias, y también en la zona costera producto de marejadas que puede que se intensifiquen a propósito de los efectos del cambio climático”.
Pinto aseveró que para evitar que situaciones como las antes mencionadas se produzcan, además de aludes y remoción en masa, es necesario planificar el desarrollo de la Región considerando el crecimiento industrial y el inmobiliario para que se adapten a la Región y se prevengan futuros desastres. “Hay distintas zonas que se han construido sin mucha planificación urbana en relación a situaciones de riesgo”.
Agregó que en el plan también se debe incluir un trabajo de adaptación frente a la crisis hídrica, que afecta principalmente a las zonas rurales.
“Ahora llovió harto, pero el problema es acumulativo (…) el cambio climático es algo que afecta a todo el ecosistema y a la biodiversidad, hay distintas situaciones de riesgo que se deben observar y a propósito del mismo plan el Eula está trabajando en el diagnóstico más detallado, lo que nos permitirá incorporar en los instrumentos, por ejemplo, la variable climática a la planificación urbana y rural, contar con planes de adaptación en los sectores silvoagropecuarios, pesca y acuicultura , salud y energía”.