Por Bruno Rozas Hinayado

La Región del Biobío es conocida por su belleza natural y extensas áreas boscosas que se han visto históricamente afectadas por incendios forestales, los cuales representan una amenaza constante para la biodiversidad y las comunidades locales. Ante esta situación, una iniciativa de la Corporación Nacional Forestal (Conaf), busca dotar a la región de nuevos recursos que permitan una respuesta eficaz y coordinada ante estos eventos.

Conaf ha presentado un ambicioso proyecto al Gobierno Regional del Biobío, con el objetivo de reforzar las capacidades de combate contra incendios forestales en la zona. Todo esto, en conjunto con otras aristas del mencionado plan, que consta de una inversión total de $9 mil 630 millones.

Los otros puntos que engloba este proyecto son la remodelación de la Brigada “Duqueco” en Los Ángeles, proyecto para el que se desembolsarán $2 mil 149 millones, sumado a la adquisición de 32 módulos para dotaciones de trabajo nocturno para la Región, que tendrá un costo de $795 millones, a la espera de la temporada 2024-2025.

El proyecto de los puestos de comando y vehículos especializados, según información entregada por el Gore, tendrá un costo total de $2.250.382 millones, con el cual se busca adquirir dos puestos de comando y seis carros de ataque inicial para atacar los siniestros, los cuales estarán completamente equipados para hacer frente a emergencias de este tipo.

Esta iniciativa es similar a proyectos similares realizados en otras regiones del país como la de Valparaíso y Metropolitana.

La propuesta ha sido aprobada por las consejeras y consejeros regionales y actualmente se encuentra en etapa de licitación.

Carros de ataque inicial y puestos de comando

El puesto de mando móvil o de comando, son dispositivos que cuentan con equipos informáticos diseñados para procesar, visualizar y almacenar datos relacionados con emergencias. Con esto, se podrá evaluar el avance del fuego y prever su evolución.

Por otro lado, están los vehículos cuentan con tracción en las cuatro ruedas y tienen la capacidad de almacenar alrededor de dos mil litros de agua, los cuales pueden ser mezclados con espuma o retardante para crear cortafuegos de hasta dos mil metros cuadrados rápidamente.

Esto significa que ofrecen una alta capacidad de protección contra estos tipos de siniestros. Además, están equipados con cámaras que permiten monitorear en tiempo real lo que sucede en su interior, las cuales están conectadas directamente a la central de la Corporación Nacional Forestal.