El próximo 13 de agosto entrará en vigencia la tercera y última etapa de la Ley 21.368, que regula la entrega de plásticos de un solo uso en establecimientos de expendio de comida y delivery, entre otras cosas.

Para la Cámara de Comercio, Servicios y Turismo de Los Ángeles, esta implementación se da en preocupante contexto marcado por una alta incertidumbre respecto de diversos aspectos claves para su correcta y eficaz implementación.

Ello, debido a que la normativa no sólo restringe el uso de plásticos, sino que también prohíbe envases y productos de “cualquier material”, incluyendo aquellos reciclables, compostables y/o biodegradables.

“Esta disposición ha generado incertidumbre y confusión entre los comerciantes locales, muchos de los cuales ya han realizado importantes esfuerzos para entregar una oferta de valor con envases y utensilios amigables con el medio ambiente que ahora no podrán utilizar. Esto puede generar una profunda afectación en los negocios locales ligados al turismo y gastronomía”, explica Claudia Illesca, presidenta de la asociación gremial.

Otro factor que acentúa la inquietud del gremio es que aún no existe reglamento, el cual debió haber sido publicado en febrero de 2023. Es decir, tiene más de un año de retraso. Esta incerteza jurídica, señala Illesca, “impactará directamente a los locales que ofrecen delivery, que según la ley podrán hacerlo en envases de plástico certificado. Pero a un mes de la vigencia de la ley hoy no saben qué tipo de material deberán usar en la práctica”.

Junto con subrayar que tanto la asociación como sus empresas socias reconocen y respaldan el espíritu original de la ley en cuanto combatir la contaminación por plásticos, Illanes hace un llamado urgente al gobierno y legisladores a aplazar la entrada en vigor de la normativa y revisar los aspectos necesarios para garantizar su correcta implementación.

 "Las pymes del sector gastronómico y turismo constituyen alrededor del 40% de nuestros asociados y vemos con preocupación que este tipo de medidas, sin una guía clara y un periodo de adaptación adecuado, puedan frenar la recuperación de este importante sector del comercio en nuestra región, que hoy no está en la mejor posición para enfrentar cargas adicionales que puedan poner en riesgo su supervivencia y crecimiento”, puntualiza.