Crónica
Social
Salud
25/07/2024
La idea de que una copa de vino al día -o similar- es buena para la salud se ha instalado en parte de la población durante años, pero es errónea y está basada en estudios que usan métodos sesgados: no existe un nivel de consumo de alcohol seguro.
Esta es la principal conclusión de un metaanálisis que examina las resoluciones de 107 trabajos previos y que demuestra que beber con moderación no alarga la vida. La nueva investigación se publica en la revista Journal of Studies on Alcohol and Drugs y está liderada por investigadores de la Universidad de Victoria (Canadá).
A lo largo de los años, diversos trabajos han sugerido que, en comparación con los abstemios, los bebedores moderados disfrutan de una vida más larga con menor riesgo de enfermedades cardíacas y otros males crónicos.
Ello incentivó la creencia generalizada de que el alcohol, con moderación, puede ser un "tónico" para la salud. Sin embargo, "no todos los estudios pintan un panorama tan halagüeño", según indica un comunicado de la revista. "Los estudios que relacionan el consumo moderado de alcohol con beneficios para la salud, adolecen de defectos de diseño fundamentales", afirma el investigador principal, Tim Stockwell.
El principal problema es que se centraron generalmente en adultos mayores y no tuvieron en cuenta los hábitos de consumo de alcohol a lo largo de la vida. Así pues, se comparó a los bebedores moderados con los grupos de abstemios y bebedores ocasionales, que incluían a algunos adultos mayores que dejaron de beber o redujeron o su consumo porque habían desarrollado diversos problemas de salud.
"Esto hace que las personas que siguen bebiendo parezcan mucho más sanas en comparación", sostiene Stockwell, pero, "en este caso, las apariencias engañan".
"No existe un nivel de consumo seguro"
Para el análisis, el equipo identificó 107 estudios publicados que hacían un seguimiento de las personas a lo largo del tiempo y analizaban la relación entre los hábitos de consumo de alcohol y la longevidad.
Cuando combinaron todos los datos, parecía que los bebedores ligeros o moderados (es decir, los que bebían entre una copa a la semana y dos al día) tenían un 14% menos de riesgo de morir durante el período de estudio en comparación con los abstemios.
Sin embargo, al profundizar más, las cosas cambiaron, recuerda el comunicado. Había un puñado de estudios de "mayor calidad" que incluían a personas relativamente jóvenes al principio (menores de 55 años, de media) y que se aseguraban de que los bebedores antiguos y ocasionales no fueran considerados "abstemios".
En esos trabajos, el consumo moderado de alcohol no estaba relacionado con una vida más larga. En cambio, fueron los estudios de "menor calidad" (participantes de más edad, sin distinción entre antiguos bebedores y abstemios de toda la vida) los que sí relacionaron el consumo moderado de alcohol con una mayor longevidad.
La idea de que el consumo moderado de alcohol conduce a una vida más larga y saludable se remonta a décadas atrás, pero en realidad, su ingesta no alarga la vida de las personas y, de hecho, conlleva algunos peligros potenciales para la salud, como un mayor riesgo de padecer ciertos tipos de cáncer. Por eso, recuerdan los autores, ninguna organización sanitaria importante ha establecido nunca un nivel de consumo de alcohol exento de riesgos. "Sencillamente, no existe un nivel de consumo seguro", concluye Stockwell.
Los europeos son los que más consumen
Por otro lado, la división Europa de la Organización Mundial de la Salud (OMS) difundió un comunicado este jueves que asegura que los europeos son los mayores bebedores del mundo, con un consumo anual promedio de 9,2 litros de alcohol puro por habitante. "La región europea sigue ostentando el récord poco envidiable de los niveles más altos de consumo de alcohol y los daños relacionados con él en el mundo", declaró el doctor Gauden Galea, un responsable de la OMS Europa citado en el comunicado, basándose en los últimos datos disponibles de 2019.
En los países de la Unión Europea, "no ha habido cambios significativos en los niveles de consumo de alcohol en más de diez años", lamentó la OMS. Por su parte, los habitantes de América ocupan la segunda posición según el último informe de la OMS publicado en junio sobre el consumo mundial de alcohol, con un promedio de 7,5 litros cada año.
En tanto, el comunicado establece que los hombres poseen el consumo de alcohol más alto en Europa: 14,9 litros al año en promedio, es decir, cuatro veces más que las mujeres (cuatro litros al año). Asimismo, menciona que uno de cada diez adultos (11%) en Europa sufre de un trastorno relacionado con el consumo de alcohol y casi uno de cada 20 vive con una dependencia al alcohol (5,9%), subraya la OMS Europa, que agrupa a 53 países de Europa y Asia Central.
"En Europa el alcohol es una causa principal de mortalidad con alrededor de 800.000 muertes cada año", señaló la OMS. Y es que provoca numerosas enfermedades no transmisibles, tales como las enfermedades cardiovasculares, el cáncer, la diabetes y las enfermedades respiratorias crónicas.
Estas afecciones "son responsables del 90% del total de muertes en la región (delimitada por la OMS) y del 85% de los años vividos con discapacidad", según la OMS. La organización insta a los países europeos "a aumentar los impuestos sobre las bebidas alcohólicas, a implementar restricciones globales sobre la comercialización del alcohol y a reducir la disponibilidad del alcohol".
El alcohol mata a 2,6 millones de personas cada año en el mundo, una cifra que sigue siendo "inaceptablemente alta" para el director general de la OMS, Tedros Adhanom Ghebreyesus.