Partiría con una célebre frase, “el éxito no es definitivo, y el fracaso no es fatal, lo que realmente cuenta es el valor para continuar”, por lo tanto si buscamos algunas explicaciones de ambos fenómenos, que sin duda hemos pasado o pasaremos en alguna oportunidad.

El fracaso, puede ser visto como un maestro severo, pero indispensable, donde cada error, cada tropiezo, ofrece lecciones que nos enseñan a ir mejorando, a adaptarnos y a crecer. Por lo tanto el miedo al fracaso puede inmovilizarnos, pero también puede ser transformado en una poderosa herramienta de aprendizaje si se le permite cumplir su propósito.

El éxito, es deseado por muchos, pero trae consigo sus propios desafíos. El temor al éxito puede parecer contradictorio, porque vienen nuevas expectativas, responsabilidades y la presión de mantener o superar los logros alcanzados. Este miedo puede ser paralizante, haciendo que uno se sienta atrapado por sus propios logros y la constante necesidad de demostrar quien es y cuanto “vale”.

Sin embargo, el mayor temor debería ser a la inacción, porque esta falta de acción nos priva de la posibilidad de experimentar, de aprender y de evolucionar. Es en la inacción donde realmente se pierden oportunidades de tener éxito y de fallar.

La vida es un constante vaivén de intentos con aciertos y errores, evitarlos por miedo a cualquiera de estos dos extremos nos condena a una existencia estancada, sin progreso y sin aprendizaje, por lo tanto, en lugar de tenerle miedo al éxito o al fracaso, deberíamos abrazar ambos como partes naturales de nuestra vida profesional y personal. 

El ideal sería estar en un movimiento constante, con disposición a enfrentar desafíos y con actitud de resiliencia para levantarse después de cada caída. Solo así podemos asegurar que estamos viviendo plenamente, aprendiendo y creciendo con cada paso que damos, porque la vida no se trata sólo de desear ser exitoso y nunca fracasar, los vaivenes en el camino recorrido harán que tu experiencia y aprendizaje sepas llevar de la mejor manera cualquiera de las dos escenarios que te toque vivir en la situación o época que sea.

La anterior opinión es personal y nace de una reflexión (texto sin ayuda de la IA). 

Máximo Martínez Campos.