Regional
Crónica
Social
01/11/2024
Nuestros primos, compañeros de aventuras que conocimos desde la infancia. Son los hijos de los hermanos de nuestros padres, pero para muchos de nosotros, son más que simples familiares que comparten un apellido, son amigos entrañables y con quienes podemos reír a carcajadas.
Desde pequeños compartimos con ellos juegos, travesuras y momentos que se quedan grabados en nuestra memoria. El vínculo entre primos es tan importante porque fomentan nuestras habilidades sociales desde temprana edad, como el compartir, la empatía y la resolución de conflictos, nos ayuda a aprender a socializar y compartir con otros.
Nuestros primos nos enseñan a respetar y tolerar las diferencias, ya que cada uno tiene su propia personalidad y vivencias, diversidad que aceptamos y toleramos, hasta las burlas, a reírnos de nosotros mismos, sin imponer nuestras posturas cuando más adultos.
Cuando adulto, los lazos con los primos pueden convertirse en pilares de apoyo emocional. En momentos difíciles, contar con un primo que nos entiende y comparte nuestras vivencias familiares puede ser reconfortante y una ayuda a nuestra salud mental, ya que nos brindan un entorno de apoyo y comprensión.
Cuando uno tiene una enfermedad complicada, son los primos quienes acompañan a superar la situación, son los primeros en llegar cuando alguien de la familia tiene una pérdida muy dolorosa de un ser querido, y son ellos que suben el ánimo con alegría lo recuerdan con historias y anécdotas de quien nos deja.
Los primos tienen un rol muy importante en nuestra vida, por eso quienes tienen la fortuna de tener primos, no se alejen de ellos, acérquense, abracense, y aprovechen de compartir lo más que se pueda con ellos, porque el amor y cariño que se puede recibir de un primo es único, y tú también puedes darlo.
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Autor: Máximo Martínez Campos