A menos de dos semanas de la segunda vuelta que enfrentará las propuestas de los aspirantes a gobernador del Biobío, Alejandro Navarro y Sergio Giacaman, este 24 de noviembre, ambos candidatos definen las prioridades económicas para la Región, que incluyen a sectores como el forestal y la pesca, entre otros.

Más en concreto, proponen acuicultura de tierra; un puerto en Lebu, promover empresas tecnológicas e incentivos tributarios e inversiones, particularmente, desde China, en uno de los casos, junto con un tren rápido entre Concepción y Santiago.

Forestal y pesca

Alejandro Navarro planteó que hay que enfrentar dos problemas graves: “Primero, es la crisis pesquera por el cambio climático donde hay situaciones que ya se están viviendo por la ausencia de merluza, sardina y anchoveta que va a requerir un enfoque de mediano y largo plazo”.

De acuerdo con el candidato a gobernador por la izquierda, “la alternativa ( a la crisis de la pesca) es acuicultura de tierra. El cambio climático profundizará el desplazamiento de los grandes cardúmenes dado el calentamiento de la columna vertical de agua y eso aumentará los costos de pesca pero puede también inhabilitar la pesca, particularmente, por el alcance de nuestra flota artesanal y eso requiere de una nueva dimensión de desarrollo. No digo reconversión, porque hemos fracasado en la Región y esto requiere también una evaluación y el desarrollo de nuevas opciones dentro del ámbito afectado, es decir, cultivar peces, y en la Región lo podemos hacer”.

En tanto, Sergio Giacaman indicó que las prioridades económicas de la Región, en su caso, “están asociadas al proceso de desindustrialización que vive Biobío cuyo mayor ejemplo es lo que ha pasado con Huachipato. Eso ha tenido como consecuencia una crisis de empleo y, por lo mismo, en nuestra propuesta de programa pusimos lo necesario que es defender los sectores productivos de la Región. Esta es una Región en que sus principales sectores productivos son el sector forestal y el sector pesquero y, además, transformarla en la capital logística y portuaria del sur de Chile, al menos”.

En ese contexto, agregó Giacaman, “nuestra preocupación, por ejemplo, está asociada a generar en el sector forestal algún tipo de subsidio para la plantación de pequeños forestales, lo que no está en la agenda formal del Gobierno, quizás, lo podamos impulsar desde el Gobierno Regional. Por otro lado, fortalecer la alianza entre el mundo artesanal e industrial en la pesca”.

A su vez, Navarro apuntó a que “la industria forestal está de salida. Hay quienes cuestionan el modelo de plantaciones, nunca he sido partícipe de él, es una realidad, han estado ahí y por largo tiempo. La industria forestal no se moverá de la región del Biobío, pero sí está girando hacia una reversión de su desarrollo. Se han perdido 35 mil empleos, la producción de celulosa ha bajado un 35% y, las inversiones, en más de 5 mil millones de dólares, han ido a parar a Brasil, donde las especies necesarias para la producción de celulosa crecen en 6 ó 7 años, mientras que las nuestras requieren hasta 18 años, marcando una tendencia de cero inversión en desarrollo forestal”.

El también exsenador, propuso la recuperación de 1 millón de hectáreas de suelos altamente erosionados en Biobío mediante la inversión pública para devolverles la aptitud forestal. “Esto conlleva, también, una propuesta político social de la devolución de 1 millón de hectáreas a las comunidades mapuches y la compensación o trueque por 500 mil hectáreas en el desierto de Atacama y otras 500 mil hectáreas en la Patagonia, donde el Estado es dueño del 52% del territorio nacional, porque junto con el desarrollo, la producción de bienes y la generación de empleo se requiere paz social (…)”.

Navarro agregó que “el contar con un nuevo trato con la industria forestal y la devolución de tierras y, para eso, hay que enfrentarlo hablando de la realidad que hay delitos condenables que vamos a perseguir, pues la situación de Arauco no se arregla con la comisión de delitos, pero también hay que hablar de la causalidad que hasta ahora, es omitida, se oculta. No se habla del robo de tierras a las comunidades mapuches”.

Huachipato

Desde la vereda política opuesta, respecto de la situación de Huachipato, Talcahuano y, particularmente de Concepción, Giacaman, candidato representante de la derecha, manifestó que “el Gobierno ha presentado un plan de fortalecimiento industrial de Biobío, plan que no considera, por ejemplo, empresas con base tecnológica o con base científica en que, justamente, ese tipo de empresas a las que les hemos dado un alto nivel de conocimiento en la Región, por altos centros de educación superior como la Universidad de Concepción, creemos que es bueno generar incentivos para que ese tipo de empresas se desarrollen en la Región”.

Del mismo modo, el exintendente de Biobío sostuvo que dadas las condiciones naturales de Talcahuano y la Región, en general, “pensamos en un incentivo tributario para el desarrollo de la industria logística portuaria, sería muy potente, para que, por ejemplo, el mismo Huachipato se convirtiera en un gran puerto o, en su defecto, el desarrollo aeroportuario para complementar la carencia de lo que hoy día existe en Santiago y, de esa manera, también, fortalecer a la Región como la capital logística”.

Sobre cómo se concreta que llegue inversión a Biobío, Navarro dijo que “cuando me dicen que hay que traer inversiones, los chinos quieren invertir y la Región cuenta con múltiples oportunidades de inversión”. En este punto, el exparlamentario habló de un puerto en Lebu. “Queremos construir un puerto en Lebu, sacar los 3 mil camiones de la Ruta 160 para descongestionarla y tener un tránsito corto y directo desde la producción de celulosa, desde Mapa, a un puerto de salida. Puerto que, además, puede habilitar la carretera bioceánica con Argentina y Brasil, es decir, queremos inversiones de gran altura, de miles de millones de dólares donde estamos definiendo el desarrollo de la Región de los próximos 50 años y eso tiene un socio eventual y real que es China”.

En línea con lo anterior, sumó que va a “propiciar la oferta de desarrollo productivo y de inversión público privada con China y con cualquier país que quiera venir a invertir en Chile y, en particular, al Biobío. Pienso en un tren rápido Concepción Santiago de dos a tres horas, en que los chinos lo pueden hacer en dos o tres años, ya que han construido trenes más largos y en las peores dificultades, que podemos concesionar a 99 años”, concluyó.