El 17% de los niños, niñas y adolescentes de 5 a 17 años de edad en la Región del Biobío, realiza algún trabajo remunerado o doméstico, según la última Encuesta de Actividades de Niños, Niñas y Adolescentes.

Esta primera medición se realizó en 2012, sin embargo la actual (2023, conocida este jueves) contempla mediciones que no se hicieron en esa oportunidad, las que tienen que ver con el trabajo doméstico o de cuidado.

A nivel nacional el 15,5% de los niñas, niños y adolescentes realiza algún tipo de trabajo infantil. Las cifras de trabajo remunerado y las de trabajo doméstico o de cuidados no remunerado y peligroso suman más de 15,5%, porque un 1,2% de los NNA realiza ambas formas de trabajo infantil.

Biobío, se encuentra dentro de las cinco regiones con mayor presencia de trabajo infantil según la encuesta. Al respecto, Sandra Quintana, seremi del Trabajo y Previsión Social de la Región del Biobío, indicó que “esta encuesta que se aplicó el 2023 cuenta con el apoyo de UNICEF y también de la OIT a nivel internacional (…) la Estrategia Nacional de Erradicación del Trabajo Infantil que se realizó entre el 2015, terminará el 2025 y por lo tanto esta encuesta es un tremendo insumo”.

A partir de estos resultados, habrá territorios a los cuales se les va a hacer una focalización, indicó la seremi del Trabajo. Aún no se conocen los detalles de las cifras regionales, pero en los próximos meses se entregarán, se espera que sea a partir de marzo.

“Vamos a estar mirando qué pasa con el tema de la sexualización del trabajo, las mujeres hacen más trabajo doméstico o de cuidados y los hombres hacen un trabajo remunerado. Esto ocurre tanto en el mundo urbano como en el mundo rural, pero hay que reconocer que el porcentaje mayor es en el mundo rural de trabajo infantil”, detalló Sandra Quintana.

En la encuesta se trabajó con oficios y actividades tradicionales que se ejecutan por cualquier adulto, la construcción, buscar leña o cortar leña, que es considerado un trabajo peligroso al igual que el cocinar en el ámbito doméstico el cocinar.

El seremi de Desarrollo Social y Familia, Hedson Díaz, indicó que “tanto del Ministerio del Trabajo como del Ministerio de Desarrollo Social y todas las instituciones públicas, deberán trabajar en la prevención de este tipo de situaciones. Tenemos que elaborar estrategias también desde los territorios, hay un trabajo importante desde las Oficinas Locales de la Niñez”.

Para 2025 se espera tener a las 33 comunas de la Región con una OLN, apuntó el seremi. “Tenemos que seguir profundizando, no solamente con el Ministerio del Trabajo, sino que también el Ministerio de Educación, el INJUV también va a jugar un rol importante en esto, el Servicio de Protección Especializado. Hoy día todos quienes trabajan con la niñez y la adolescencia deben jugar un rol precisamente para educar, también para dialogar”, estableció Díaz.

Reacciones

Eliezer Oliva, secretario del Consejo Consultivo de la Comuna de Concepción y asesor del Consejo Consultivo Regional, estudiante del Colegio Salecianos de 17 años indicó que “al menos en mi percepción estas cifras son preocupantes (…) Entonces yo propuse que a través de la Oficina Local de la Niñez se bajara esta información a los distintos consejos consultivos que hay en la Región”, señaló.

En cuanto a la actitud que debieran tomar las autoridades, Oliva afirmó que “obviamente la actitud de querer hacer un cambio en estas cifras que ojalá bajen para la próxima encuesta que se haga y que se garanticen los derechos de los niños y adolescentes porque al final de todo nosotros lo que buscamos en esta etapa es crecer y estudiar”.

En tanto, Andrea Saldaña, directora regional del Servicio Nacional de Protección Especializada a la Niñez y Adolescencia, afirmó que “como miembros del Comité Regional de Erradicación del Trabajo Infantil, valoramos la posibilidad de dimensionar un problema tan complejo como este, pues representa una oportunidad de mejora real en la implementación de las políticas públicas”.

En cuanto a los resultados del estudio, Saldaña observó que “nos entrega un diagnóstico para tomar mejores decisiones y dirigir la mirada hacia la prevención, de esta manera, cuando tengamos los datos regionales podremos hacer un análisis aplicado en relación con la labor de nuestro Servicio y sus programas, desde ahí, promover un trabajo articulado para planificar acciones para abordar, visibilizar y atender los casos de trabajo infantil que se dan en diversos territorios de la Región del Biobío”.