Hasta la empresa Blumar S.A en Talcahuano llegó el Seremi de Salud, Dr. Eduardo Barra Jofré junto con el equipo de la Unidad de Gestión Ambiental para fiscalizar el cumplimiento del Decreto Supremo 144/61 del MINSAL, que busca evitar emanaciones contaminantes atmosféricas con el fin de resguardar la salud de la población. En total durante el año 2024 se han realizado 20 fiscalizaciones dando origen a tres sumarios sanitarios por incumplimientos normativos, uno en Lota y dos en Coronel.

“A través de la Unidad de Gestión Ambiental, realizamos un programa de fiscalización a Pesqueras para verificar el cumplimiento de la normativa vigente, que da cuenta de 20 inspecciones durante el presente año, evidenciando tres incumplimientos que derivaron en el inicio de sumarios sanitarios. Es necesario destacar que, a través de las fiscalizaciones reafirmamos nuestro compromiso con el cumplimiento de las normativas ambientales, que contribuyen a la protección de la salud de las comunidades y al cuidado de nuestro entorno”, declaró el Seremi de Salud del Biobío, Dr. Eduardo Barra Jofré.

En la instancia, la compañía Blumar mostró su proceso y las tecnologías incorporadas para mitigar los efectos odoríferos durante la producción, lo que le permitió cumplir adecuadamente con la fiscalización, sin registrar ningún sumario en 2024.

“Estamos muy agradecidos de esta instancia donde podemos compartir nuestras buenas prácticas en materia de tratamiento de olores con la autoridad sanitaria. En esta planta hemos invertido en los últimos años 3 millones de dólares aproximadamente en sistema de tratamiento que han dado paso a un diseño y proceso con más de un 90% de reducción, lo que nos permite cumplir con los estándares de las fiscalizaciones y minimizar significativamente los impactos en la calidad de vida de nuestros vecinos”, explicó José Ocares, Gerente de Operaciones de Pesca Blumar.

Durante este año, las principales causales de investigación estuvieron relacionadas con incumplimiento del Art. 1 del DS 144/61, relativo a que “los gases, vapores, humos, polvo, emanaciones o contaminantes de cualquier naturaleza, producidos en un establecimiento fabril o lugar de trabajo, deberán captarse o eliminarse en forma tal que no causen peligros, daños o molestias al vecindario". 

Las inspecciones de la Autoridad Sanitaria consideran un recorrido por el exterior de la planta, por los lugares que originan las denuncias de emisiones atmosféricas, luego, se fiscaliza la planta de proceso pesquero en detalle, donde se verifica el estado de la materia prima (pesca) en pozos, el estado de limpieza, las condiciones de operación de líneas de producción y la presencia de emisión fugitivas de vahos o vapores de los procesos no tratados. Estas acciones, permanentes en las plantas pesqueras de la región del Biobío buscan garantizar condiciones que promuevan un desarrollo industrial responsable y sostenible con toda la comunidad.