25% de los empleos de obras de Serviu en Biobío son ocupados por mujeres

Regional

Crónica

16/03/2025


Hasta hace algunos años era, prácticamente, impensable que las mujeres formaran parte de la fuerza de trabajo del área de la construcción. De hecho, a 2022 sólo el 1% de las mujeres eran contratadas en el área.

Ahora la situación es diametralmente distinta y se espera, según la subsecretaria de ViviendaClaudia Elgueta, que la incorporación de la fuerza laboral femenina en un rubro tradicionalmente masculino sea cada vez mayor.

Lo anterior, según indicó, se debe, a la incorporación del Sello Mujer, que incentiva a contratistas, con puntos extras en licitaciones, para que contraten un 15% o más de mujeres para realizar la totalidad de las faenas adjudicadas.

El mencionado sello, según detalló María Luz Gajardo, directora del Servicio de Vivienda y UrbanizaciónServiu, ha permitido aumentar el número de mujeres en el área. De hecho, según el último informe, emitido hasta febrero por el Serviu, de un total de 35 obras en ejecución en la Región, 132 puestos de trabajo eran ocupados por mujeres, es decir, el 25%.

De las 132, 6 están laborando en la empresa Jorge Villarroel Canales Ltda. que se adjudicó por $1.885 millones, la reparación de aceras de calle O’Higgins desde Paicaví hasta Prat en Concepción. “Es muy positivo (Sello Mujer), porque hemos demostrado que también podemos hacer trabajos que pueden hacer hombres, acá hay mujeres que tienen niños, trabajan, estudian y más encima cuidan su hogar.

Se han realizado capacitaciones y se ha visto un cambio, porque había muchos compañeros que eran machistas, pero ya al estar trabajando, eso ha ido cambiando, tienen otro sentido de ver las cosas, entonces ahí uno se da cuenta que nuestra labor está siendo efectiva”, aseveró Claudia Gutiérrez, quien se desempeña como ayudante de las trabajadoras.

Gutiérrez recalcó que el Sello Mujer permite ver a las mujeres de igual a igual con los hombres, independiente de las limitaciones de carga de peso que tienen, “porque se les ajusta ergonómicamente y cuentan con las capacidades para realizar cualquier labor que se les encomiende, manejar carretillas, yale y palear”.

La trabajadora aseveró que tiene “una larga experiencia, he trabajado desde 2011 en diferentes rubros, y nunca había trabajado con mujeres (…) Creo que el Sello Mujer puede mejorar la situación de la mujer, los puestos laborales, equipararlos. Veo un horizonte positivo”.

Marcela Aedo, representante legal de la empresa Jorge Villarroel Canales Ltda., manifestó que es un bonito desafío para la firma tener mujeres entre sus filas, pues se trata de un área que, en general, desarrollan los hombres, principalmente por fuerza y en la que no existe mucha especialización de mujeres en urbanización. “No es como cuando uno hace edificaciones , acá hay que poner soleras o baldosas y el peso es demasiado para la mujer, el esfuerzo físico es mucho y es más complicado para nosotros incorporarlas en esta área de la construcción”.

Aseguró que el Sello Mujer permitirá seguir incorporándolas, pero que deben seguir especializándose. Hasta el momento, dijo, cuentan con profesionales, especialistas en control de obras, jornales y ayudantes de maestros que tienen ganas de aprender. Antes sólo contaban con un prevencionista y control de obras.

Trabajo más fino

Marcela Villarroel, ingeniero civil, encargada de calidad de la obra, que se encarga de fiscalizar que cada uno de los trabajadores realice las obras según lo estipulado por el mandante, que en este caso es el Serviu, por ejemplo, espesores y señaléticas, entre otros, afirmó que el “trabajo de las mujeres tiene mayor visión en los detalles, el hombre no ve tanto, las mujeres son más rigurosas (…) uno necesita ese ojo perfeccionista”.

El Sello Mujer sirve, dijo, el problema está en encontrar mano de obra calificada, “sino son profesionales, son jornales, cuesta mucho encontrar jefes de terreno, capataz o maestros entre las mujeres”, aseveró”.

Respeto de la ciudadanía

Si bien, se podría creer que entre los pares podrían existir problemas, Villarroel aseguró que las trabajadoras de la construcción son víctimas de faltas de respeto por parte de la comunidad, principalmente, cuando les incomoda alguna situación concerniente a las obras.
“Falta educar a la ciudadanía.

Hemos tenido muchos problemas porque somos mujeres, a cargo de una obra, no nos respetan, se descargan a gritoneos y garabatos cuando tienen problemas, por ejemplo, han habido casos con mujeres, que se les ha quebrado un taco y nos tratan mal”.

Las situaciones de desprecio y agresividad hacia las mujeres trabajadoras, a pesar de la sociabilización que el Serviu hace a la comunidad antes que comiencen las obras, agregó, son transversales, tanto de hombres como mujeres y de todas las clases sociales.

María Luz Gajardo expresó que hombres y mujeres deben aprender a convivir con respeto. “Previo al inicio de cada proyecto tenemos una relación con la comunidad del entorno. Entendemos que a veces nuestros grandes proyectos de ejecución en zonas muy pobladas causan molestias que son evidentes, pero esto no puede dar lugar a que personas que trabajen en la obra sean maltratadas”.

Agregó que las mujeres están protegidas por la Karin, que es más conocida por su aspecto de acoso laboral, “está pensando en las situaciones de violencia que se ejerce hacia los trabajadores de una empresa, por terceros.

Hoy hay un mecanismo, que de hecho nosotros utilizamos recién respecto de funcionarios nuestros, que está incorporado al Código de Trabajo. La gente lo tiene que tener en claro, tiene que haber un respeto por la labor y como persona. Uno tiene la obligación como persona, como ciudadana o como ciudadano de tratar con respeto a todo el mundo siempre”

Marcia Méndez, directora de Obras del Serviu, aseveró que las mujeres trabajadoras deberían tener un trato digno de la comunidad, situación que ha costado y que, a su juicio, va a seguir costando.

Sin embargo, afirmó, que espera que las empresas constructoras se abran a contratarlas tomando en cuenta que las mujeres pueden desarrollar cualquier trabajo que se les encomiendo y de la mejor manera posible.

Proyecciones

Para la directora del Serviu, lo más relevante del Sello Mujer es que se van entregando oportunidades concretas a las mujeres trabajadoras en mundo que, a veces, parece ser tradicionalmente masculino, como es el de la construcción y de la ejecución de obras en general. “Esto es relevante porque hay muchos estudios que dicen que cuando la mujer se integra al mundo laboral, los ingresos que genera, en general, tienden a superar niveles de pobreza mucho más rápidamente. Los recursos que las mujeres obtienen producto de su trabajo, en general van destinados al desarrollo de la familia o de los cercanos”.

Recalcó que en el país y la Región existe una brecha de sueldo y participación laboral de las mujeres. “Esta política nacional apunta a que esas brechas vayan disminuyendo. Premiamos con el Sello Mujer la contratación (5 a 10 puntos en licitación) para la adjudicación, pero también resguardamos a la mujer porque hacemos que la contratación se mantenga durante toda la obra”.

Aseguró que para el Gobierno es importante que la presencia femenina vaya aumentando en el área. “Y podamos subir los porcentajes, las exigencias de porcentaje de participación.

Es un asunto que estamos evaluando. Pero hoy día no lo tenemos en carpeta (…) Hoy nos preocupamos del compromiso, segundo de fiscalizar que ese compromiso se mantenga durante toda la ejecución de la obra”.

La directora sostuvo que mujeres son perfectamente capaces de desarrollar cualquiera de los trabajos que estén establecidos.





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