Menores con TEA y hechos de violencia escolar: Qué dice la Ley y cuáles son las obligaciones de los colegios

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Crónica

Educación

30/03/2025


En Ñuble un alumno golpeó a su profesora con un palo de escobillón en la cabeza. En Talcahuano, una alumna agredió violentamente a una compañera en la sala de clases.

Dos hechos que se enmarcan en la crisis de violencia escolar que se vive en el país. Y ambos tienen denominador común: participación de menores con Trastorno del Espectro Autista.

Hace dos años en Chile se promulgó la Ley 21.545, más conocida como Ley TEA. Esta busca "asegurar el derecho a la igualdad de oportunidades y resguardar la inclusión social de los niños, niñas, adolescentes y adultos con trastorno del espectro autista", para lo cual plantea un abordaje integral en el ámbito social, de salud y de la educación. ¿Pero, qué dice esta última sobre convivencia escolar y hechos de violencia?

Según el Mineduc, la ley establece que "los establecimientos educacionales deben proveer espacios educativos inclusivos, sin violencia y sin discriminación para las personas autistas, además de realizar difusión sobre el derecho de las personas autistas a recibir un trato digno y respetuoso".

Agregan que "para asegurar este cumplimiento, durante el año 2023 se desarrolló un trabajo colaborativo con la Superintendencia de Educación a partir del cual se emitió la circular Nº 586, que establece acciones específicas que deben realizar los establecimientos entre los cuales están la elaboración de un Plan de acompañamiento emocional y conductual ante situaciones desafiantes?? para los estudiantes dentro del espectro autista y otros estudiantes que lo requieran.

Este plan es individual e integral, y tiene un foco preventivo. Asimismo, los reglamentos internos deberán incluir un protocolo ante desregulaciones y situaciones desafiantes, que permita asignar las responsabilidades, orientar las actuaciones y definir las respuestas concretas ante desregulaciones emocionales y conductuales en el contexto educativo".?

Acciones a seguir

Particularmente, luego de lo sucedido en Ñuble con el menor del espectro autista que golpeó a una docente, hubo gente que exigió una sanción por parte de las autoridades contra el joven de catorce años.

Frente lo cual, el ministro de Educación, Nicolás Cataldo, descartó presentar cualquier tipo de acción judicial contra el estudiante, ya que por su doble condición, de menor de edad y TEA, debía ser objeto de resguardo.

Además, la autoridad fue enfática en que este tipo de problemas no puede ser abordados únicamente "desde una perspectiva represiva o sancionatoria, sino que tenemos que también abordar la convivencia desde una perspectiva formativa". Desde el ministerio profundizan que "la circular 586 de la Superintendencia de Educación establece que se pueden aplicar medidas pedagógicas, formativas y preventivas que permitan fortalecer la buena convivencia, siempre y cuando no se asocien a la condición del estudiante con necesidades especiales, al constituirse en una discriminación arbitraria.?

En el nivel parvulario se prohíbe imponer sanciones a niños y niñas, lo que no impide la adopción de medidas pedagógicas o formativas para la resolución de conflictos". Por su parte, Jorge Varela, doctor en psicología y educación de la Universidad de Michigan y docente de la Universidad del Desarrollo, considera que "el tema del castigo es súper polémico en los contextos escolares y en la sociedad chilena en general. Yo creo que lo primero que hay que preguntarse es qué es lo que buscamos con un castigo".

Apuntó que a que "las sanciones no funcionan tanto a diferencia de otro tipo de aproximaciones. Por ejemplo, reparar, regular, prevenir, en general son mucho más promisorios".

Además, agregó que en el caso de estudiantes con TEA, "el reglamento de convivencia escolar hay que ajustarlo, porque en el fondo la sanción no puede ser la misma, porque hay ciertos parámetros que el estudiante no reconoce, entonces hay que calibrar eso". "Más que discutir ahora, si quieres que le den las penas del infierno a tu estudiante, a mi juicio el camino es; uno, ver cómo está la profesora.

Dos, que la familia de ese estudiante pueda, de alguna manera, construir una manera en la cual le demos seguridad al docente, porque el docente debe estar súper estresado por lo que pasó.

Tres, en toda decisión que tomemos, preguntarse ¿en qué nos ayuda a estar mejor? ¿Al estudiante, a la víctima, al victimario, a los compañeros? ¿Qué aprendemos de esto? ¿Cómo prevenimos que no vuelva a pasar?

Yo creo que esos son caminos que son más promisorios en el tiempo, más allá de la sanción y la expulsión del estudiante, que incluso podría pasar", concluyó Varela.

Herramientas

Respecto a las herramientas que disponen los establecimientos para actuar en casos de acoso escolar, como el que afectó a la menor de Talcahuano, el académico indicó que la institucionalidad posee recursos para mediar en estas situaciones. "Hay protocolos, hay mecanismos, hay procedimientos, y hoy día tenemos mejores herramientas para hacernos cargo de este tipo de comportamiento en los estudiantes".

No obstante, mencionó que lo más eficiente en términos de lograr la inclusión en los establecimientos es formular diseños instrucciones particulares para cada sala, que recojan la individualidad de cada estudiante.

"Eso es súper difícil de lograr en nuestros colegios, se requiere mucho entrenamiento, se requiere mucha información sobre el tema, se requiere tiempo para los profesores y profesoras", indicó Varela. A lo anterior, sumó elementos institucionales como el número de estudiantes en cada sala.

"Si yo tengo 20 alumnos en la sala, es muy distinto si tengo 40. Si soy un solo docente y no tengo ningún ayudante de aula, es súper distinto cómo yo puedo atender a esta individualidad", explicó.

En general, el doctor en psicología consideró que el sistema educacional chileno "está en construcción de generar espacios escolares más inclusivos", pero que, a su juicio, la legislación va "en la línea correcta", si se compara el panorama actual con el que teníamos hace unos años.

Pero que, "obviamente, noticias como la que vimos en prensa y otras que han pasado, nos muestran que todavía nos falta mucho trabajo por hacer".





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