La Asociación de Proveedores de la Industria de la Salud (APIS) denunció que el Estado acumula una deuda cercana a los 50 millones de dólares con las empresas que abastecen dispositivos médicos, con un retraso en los pagos que alcanza en promedio los 300 días.

Según el gremio, la situación pone en riesgo la continuidad de estos servicios esenciales, afectando la disponibilidad de insumos críticos como jeringas, guantes, desfibriladores y ventiladores mecánicos.

A pesar de la grave crisis financiera, los proveedores han descartado realizar un paro o suspender el suministro de insumos médicos. Eduardo del Solar, director ejecutivo de APIS, enfatizó la responsabilidad ética de la agrupación y apuntó que interrumpir el servicio no solo generaría un colapso en el sistema, sino que podría costar vidas.

"Somos una industria muy ética y no vamos a detener nuestra labor. Sin embargo, las empresas están al límite y muchas podrían quebrar, lo que significa que los productos dejarán de llegar", advirtió del Solar.

La deuda se habría originado en marzo de 2023, cuando el gobierno decidió desactivar el sistema de pago automático para los proveedores de dispositivos médicos. Como resultado, 25 servicios de salud quedaron sin esta modalidad de pago, generando un déficit que sigue en aumento.

Desde el Ministerio de Hacienda indicaron a APIS que planeaban restablecer el pago automático y que el presupuesto de 2025 contemplaría los recursos para saldar la deuda. No obstante, hasta la fecha no se ha concretado una solución.

Por su parte, la jefa (s) de la División de Presupuesto del Ministerio de Salud, Katherine Paine, negó que la deuda provenga directamente de la cartera y atribuyó la responsabilidad a los servicios de salud.

"El Ministerio de Salud no tiene deudas de más de tres años con los proveedores. Suponemos que la deuda se refiere a los servicios de salud, los cuales son autónomos y responsables de su gestión financiera y presupuestaria", afirmó la autoridad.

Hasta el momento, el Ministerio de Hacienda no ha emitido una respuesta formal sobre la crisis que afecta a los proveedores de insumos médicos, mientras la incertidumbre crece en el sector y el riesgo de quiebra se vuelve inminente.