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12/02/2025
Diversas reacciones ha traído el recorte presupuestario para la Región del Biobío por parte de la Dirección de Presupuestos (Dipres). Se trata de $6.191 millones, cuestión que fue informada en el reciente oficio circular N°13 de la entidad, y que se traduce en una decisión que no solo ha encendido las alarmas entre las autoridades locales, sino que también ha puesto de relieve las históricas tensiones entre el poder central y las regiones en materia de autonomía financiera.
Lo anterior sería parte de un proceso global en el contexto de la tramitación de la Ley de Presupuestos 2025, donde en la Comisión Especial Mixta de Presupuestos, se estableció que las regiones enfrentarían una rebaja general de un 5% sobre sus presupuestos iniciales: $91.096 millones a nivel nacional.
Para el presidente de la Comisión de Presupuesto del Consejo Regional del Biobío, Luis Santibáñez, existe “incompetencia” en el manejo de las finanzas públicas por parte de la Dipres y el Ministerio de Hacienda.
Con el objetivo de ofrecer un contexto más amplio a esta polémica medida, el seremi de Hacienda, Sebastián Rivera, explicó que la problemática se sustenta en la legislación vigente, que considera a los gobiernos regionales “como un servicio más dentro del esquema presupuestario del Estado”.
Rivera argumentó que los problemas de ejecución presupuestaria experimentados durante el año 2024, donde los fondos no utilizados terminan retornando al erario fiscal, impactan directamente en la disponibilidad de recursos para el siguiente ejercicio presupuestario.
A pesar de este panorama adverso, el seremi destacó que el presupuesto 2025 contempla un incremento del 7,7% en los programas de inversión regional destinados al Biobío, una cifra que supera el promedio nacional, que se sitúa en torno al 7,4%.
El gobernador Regional del Biobío, Sergio Giacaman, no dudó en calificar la reducción presupuestaria como una “mala noticia”, atribuyéndola a una “gestión deficiente del presupuesto”.
Giacaman advirtió que este recorte tendrá un impacto directo en la capacidad del Gobierno Regional para atender áreas consideradas prioritarias, como el empleo, la salud y el tránsito, lo que inevitablemente repercutirá de manera negativa en la calidad de vida de los habitantes de la región.
El gobernador, además, recordó que el Gobierno Regional del Biobío iniciará sus funciones con un déficit de al menos $8 mil millones de su presupuesto, producto de una deuda de arrastre desde 2024.
Luis Santibáñez, profundizó en las consecuencias de este ajuste presupuestario, señalando que afectará principalmente aquellos proyectos de inversión que involucran a las municipalidades y a los convenios marco suscritos con diversos ministerios en áreas tan sensibles como la vivienda, la salud, la educación y la vialidad.
Asimismo, programas de apoyo a la agricultura familiar, al emprendimiento y al fomento productivo también se verán comprometidos por esta medida.
Santibáñez lamentó que actividades consideradas “urgentes a prescindibles desde el punto de vista financiero”, como la realización de eventos destinados a la promoción de la región, se vean drásticamente afectadas.
El consejero recordó con frustración que la Dipres incumplió su compromiso de transferir al Gobierno Regional la suma de $1.700 millones en operaciones y $20.000 millones en inversión correspondientes al presupuesto Covid del año 2024, lo que representa un incumplimiento del 20% del presupuesto total que había sido comprometido con la región.
“De cada $10 que compromete el Gobierno central con los gobiernos regionales termina cumpliendo solamente con $8”, sentenció Santibáñez.
El seremi Sebastián Rivera, informó que se están llevando a cabo gestiones para alcanzar acuerdos en el Congreso Nacional con el objetivo de que la nueva ley de regiones contemple una mayor autonomía presupuestaria para los gobiernos regionales.
Por su parte, Santibáñez no descartó la posibilidad de que se produzcan nuevos ajustes presupuestarios durante el transcurso del año 2025, como consecuencia de posible errores de cálculo por parte de la Dirección de Presupuestos.
Desde el Gobierno Regional, en tanto, se enfatizó la necesidad de priorizar los programas y convenios que se mantienen vigentes, con el objetivo de mitigar al máximo los efectos negativos que este recorte presupuestario pueda generar en el desarrollo y el bienestar de la Región del Biobío.
“La reducción del presupuesto claramente es una mala noticia, y una mala noticia que es consecuencia de una administración deficiente desde el punto de vista del presupuesto”, aseveró el gobernador, Sergio Giacaman, al referirse a las posibles causas de este ajuste. Además, Giacaman recalcó que “las regiones hemos sufrido ya un recorte presupuestario del 5%, y eso naturalmente afecta en todas las prestaciones que puede llevar a cabo el Gobierno regional. Los recursos que recibimos tienen un impacto profundo en cómo abordamos los desafíos y las urgencias que tiene la región hoy día, y por supuesto en la calidad de vida de las personas”.
El gobernador de Coquimbo y vicepresidente de la Asociación de Gobernadores Regionales de Chile (Agorechi), Cristóbal Juliá, dijo que “nos enfrentamos a una disminución importante de recursos, lo que pone en peligro compromisos adquiridos con la ciudadanía”.