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Crónica
31/08/2025
Recientemente, la Región del Biobío ha sido escenario de dos alertas por casos de maltrato animal que han generado conmoción entre vecinos y autoridades.
En Curanilahue, más de 20 perros han sido encontrados muertos en el balneario municipal, muchos con heridas de bala. El fenómeno comenzó en diciembre pasado, pero se intensificó desde junio, y el último animal fue hallado el lunes pasado. El municipio registra ocho casos confirmados desde junio, incluyendo a Ramiro, un perro comunitario.
En paralelo, tanto en Los Ángeles como en Yumbel, varios vecinos denunciaron muertes masivas de perros por envenenamiento. En Los Ángeles, se reportaron al menos cuatro canes afectados en el sector Cerro Colorado y dentro de un condominio privado. En Yumbel, según consignaron diversos medios, la junta de vecinos El Progreso informó al menos 13 muertes por envenenamiento en el sector Diego Portales.
Los hechos han generado preocupación por la violencia hacia animales que conviven con las comunidades urbanas y rurales. Vecinos en ambos casos han solicitado medidas de seguridad, y el municipio de Curanilahue está evaluando presentar acciones legales para identificar y sancionar a los responsables.
En Chile, la Ley N.° 21.020, también conocida como “Ley Cholito”, establece las bases para la tenencia responsable de mascotas y animales de compañía. La normativa prohíbe el abandono y la violencia, contempla sanciones desde multas hasta penas de presidio y la inhabilitación para la tenencia de animales, e impulsa el registro y control de las mascotas.
A pesar de todas estas disposiciones, los recientes hechos indican que el maltrato y la crueldad hacia los animales persiste, y, por ende, la aplicación efectiva de la ley aún enfrenta varios desafíos. La fiscalización depende de recursos municipales limitados y la capacitación sobre tenencia responsable varía entre comunas.
La vulnerabilidad de los animales frente a actos intencionales o negligentes resalta la necesidad de coordinación entre autoridades, servicios de salud y justicia para prevenir y sancionar estos actos. Además del impacto directo, estos casos generan preocupación por posibles riesgos sanitarios derivados del uso de sustancias tóxicas, que podrían afectar a otras mascotas o incluso a personas que interactúan con los cuerpos.
Las reacciones ciudadanas muestran una demanda clara por mayor protección y medidas preventivas. La instalación de cámaras en sectores críticos, la denuncia formal ante las autoridades y la educación sobre tenencia responsable son algunas de las acciones planteadas por la comunidad.
Estos hechos también evidencian que, si bien existe un marco legal, su eficacia depende del compromiso colectivo. La colaboración entre vecinos, municipios y servicios estatales resulta crucial para garantizar que los animales estén protegidos y que los actos de maltrato sean investigados y sancionados.
Desde la perspectiva del Colegio Médico Veterinario (Colmavet), los recientes casos de maltrato animal en la Región del Biobío reflejan una gestión insuficiente de los animales callejeros por parte de las autoridades. Karen Sepúlveda, vicepresidenta de su consejo regional, señaló: “El tema de los animales que vagan en las calles nos está sobrepasando. No ha sido bien abordado por las autoridades”. Según explicó, la falta de especialistas limita la eficacia de programas existentes como la esterilización gratuita.
Sobre lo último, la profesional destacó que existen veterinarios especializados en tenencia responsable, bienestar animal y control de poblaciones, algunos con formación internacional. “Todos estos especialistas podrían participar y desde nuestro Colegio Veterinario yo nunca me voy a cansar de ofrecer nuestra voz para diseñar estas políticas públicas”, agregó.
Para Sepúlveda, otro punto clave es la educación ciudadana. “Primero que nada, la educación fundamental. No sacamos nada solo con exponer leyes y castigos; las personas deben entender qué está bien y qué está mal”, expresó. Ya que sostuvo que conocer los pilares del bienestar animal y practicar la tenencia responsable es esencial para prevenir incidentes como los recientes.
Por último, la veterinaria recordó que “dentro del ordenamiento jurídico que tenemos, un juez puede prohibir de por vida la tenencia de animales, pero en la práctica casi nunca se da”. También enfatizó que la autotutela está prohibida: “Si esto pasó y vino el perro del vecino y me causó un problema, no puedo matarlo; debo acudir a Carabineros. El sistema legal es el que debe actuar”.
En diálogo con Diario Concepción, desde la organización Dignidad Animal Curanilahue señalaron que la prevención de hechos como los ocurridos en el balneario municipal requiere principalmente mayor fiscalización y resguardo en las zonas de riesgo. En su opinión, la iluminación deficiente y la ausencia de cámaras de seguridad facilitan que estos actos se cometan en horas de la madrugada, cuando la presencia de personal municipal es limitada.
Para enfrentar esta situación, la agrupación propone rondas periódicas de inspectores o carabineros, junto con la instalación de luminarias y sistemas de vigilancia. Según sus integrantes, estas medidas son fundamentales para disuadir futuros ataques y garantizar la protección de los animales que circulan por el sector.