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Crónica
02/10/2025
En el marco de la Conmemoración del Cuarto Año de la Instalación del Servicio de Protección Especializada a la Niñez y Adolescencia, Claudio Castillo, director nacional del organismo inauguró el seminario donde se dio cuenta de evidencia generada, en parte, en la Universidad de Concepción sobre la importancia del acogimiento.
“Hoy tenemos más de la mitad de las residencias con sobrecupo, y entendemos que el cuidado se tiene que entregar de manera individual”, dijo.
La directora regional del Servicio, Andrea Saldaña León, señaló que durante 2024 la institución certificó 14 familias de acogida externas (no consanguíneas) y este año hay 21, mientras que 25 están a la espera de evaluación.
En total hay 1.200 familias que están acogiendo niños, niñas y adolescentes, de las cuales la mayoría son familias extensas (con parentesco). “Pero tenemos, aproximadamente, 100 familias externas que ya están acogiendo”, especificó.
En cuanto al aprendizaje que pretenden llevar a la ciudadanía en su conjunto sobre la temida situación de terminar con el acogimiento, señaló que “el foco no está puesto en los adultos, los adultos tenemos herramientas para sobrellevar una situación de ese calibre. Sin embargo, el impacto positivo que significa para el niño es el foco”.
En ese sentido, Saldaña destacó la labor que desarrolla la Universidad de Concepción como fundamental, ya que promueven y capacitan a los estudiantes de diversas facultades para que pueda ayudar en la difusión. “Como Región hemos aumentado en un 65% las familias certificadas para el acogimiento familiar. Entonces, creemos que es un contexto que se visualiza más positivo respecto del manejo de la información en mucha ciudadanía”, apuntó.
En tanto, Cecilia Pérez, directora de Servicios Estudiantiles de la Universidad de Concepción (DISE), estableció que “como Universidad tenemos una trayectoria bien larga de trabajo académico y con estudiantes en formación en temas de niñez. Desde que se crearon los programas en el 2010 y el 2011. En el 2017 tuvimos una primera experiencia con el programa que en ese entonces se llamaba Interdisciplinario Protección de la Infancia, en conjunto con el Servicio Nacional de Menores”.
“A partir del 2023 desde la Dirección de Servicios Estudiantiles, hicimos un link con este grupo de profesoras que trabaja en protección de infancia, con la Dirección de Servicios Estudiantiles y conformamos este trabajo en conjunto con el Programa de Familias de Acogimiento Externas del Servicio Especializado (FAE) ”, explicó Pérez y agregó que convocan todos los años en octubre a los estudiantes por un llamado masivo desde la Dirección de Servicios Estudiantiles, y que en cada oportunidad han acudido más de 200 estudiantes.
En cuanto al valor que tiene este programa de voluntariado en la formación de los jóvenes, la directora de Servicios Estudiantiles ejemplificó que “hay algunos que han egresado que han participado en esto y han hecho sus tesis o sus prácticas vinculadas a estos temas”.
Sobre lo que han captado históricamente, entre 2023 y 2024, han respondido más de 500 estudiantes. “Luego hacemos una capacitación, trabajan todos los miércoles y todos los sábados del mes de octubre y mediados de noviembre”, detalló y la convocatoria de 2025 se realizó este miércoles.
Para esta oportunidad se espera una respuesta del estudiantado igual de masiva que los años anteriores, lo que significa un aporte significativo para el programa FAE, ya que han logrado encontrar familias de acogida y también Cecilia Pérez, relevó que “estamos inoculando una conciencia distinta para el futuro en las vidas de los jóvenes y en sus profesiones”.
Acerca de cómo funciona esta actividad paso a paso, la directora de DISE UdeC describió que a los interesados en participar se les indica que deben asistir a una capacitación en el Servicio de Protección Especializada.
“Les hablan de en qué consiste el programa, qué es lo que se necesita y se les orienta sobre cuál es la conversación a establecer con las personas que circulan por el barrio o por la calle”, dijo. De esta forma ellos se transforman en agentes de difusión y de sensibilización, eventualmente de captación de familias.
“Nos instalamos en un stand fijo y ellos salen en duplas a recorrer el Campus o fuera de éste a abordar personas que van circulando por la calle y preguntan si han escuchado hablar de las familias acogidas”, indicó Pérez y agregó que esa es la labor de difusión que realizan.
En este contexto, el director nacional Claudio Castillo comentó sobre ciertos avances que esperan dar pronto para mejorar la experiencia de las Familias de Acogida, especialmente.
“Antes, los acogimientos se extendían por más de 18 meses, por lo que el año pasado establecimos un procedimiento interno para poder evaluar a las familias que querían cambiar su expectativa de ser familias de acogida a ser familias adoptivas, cuando el acogimiento superara ese tiempo. La nueva ley de adopción incorpora también esta excepción”, relató en cuanto a una de las mejoras que se busca implementar.
Además, Castillo destacó que “tenemos que cambiar el paradigma respecto del trabajo entre las familias, porque a ese niño o niña que va a volver con su familia de origen, hay que hacerle una transición gradual, apoyada. Incluso, esa familia de acogida puede ser su factor protector”.
Por otro lado, la familia de origen no debiera entender como una amenaza a la de acogida, explicó el director. “Y en el caso de la familia adoptiva, estamos cambiando a un modelo en el cual si la familia adoptiva tiene la voluntad, puedan mantener el vínculo.
Cuando un niño o niña ha estado mucho tiempo con una familia genera vínculo, genera acercamiento”, describió Castillo y comentó que existen ceremonias de Cambio de Vida en que la familia de acogida comparte con la adoptiva y celebran que esa niña o niño pasa a vivir con su núcleo definitivo.
“Queremos que todas las familias se sientan muy respetadas, muy acompañadas, y que sea una transición muy amigable y amistosa”, detalló el director del Servicio de Protección Especializada.
También complementó con que deberán generar lineamientos técnicos, que hoy no existen porque la ley de adopción anterior prohibía la entrega de información respecto de los contactos previos de los niños a la familia adoptiva. Pero la nueva legislación establece que es un derecho del niño conocer sus orígenes, no sólo los biológicos, sino también estos vinculares.
Además, se está impulsando el acogimiento en grupos que tienen menores expectativas de ser acogidos. “Principalmente son niños mayores de siete años, grupos de hermanos y niños con necesidades especiales o discapacidad. Lo que no solo pasa en nuestro sistema, sino también en otros países”, describió.
Para aquellos casos, el Servicio de Protección Especializada está apuntando a familias de acogida compuestas por profesionales de salud y al cambio demográfico. “Hoy un profesional o una profesional recién jubilada, todavía tiene posibilidad de una vida muy activa, porque además su expectativa de vida es más amplia. Entonces, estamos también apuntando al trabajo con personas mayores en materia de acogimiento”, detalló.