Nacional
Crónica
02/10/2025
A mediados de agosto entró en vigencia una medida que parece ser bien evaluada por la ciudadania: la que ordena el uso de prefijos determinados para las llamadas comerciales.
De esta manera se comenzó a utilizar el prefijo 600 para comunicaciones masivas solicitadas, las cuales corresponden a aquellas llamadas telefónicas masivas con fines publicitarios "que han sido solicitadas por el usuario o en su defecto, aceptadas mediante contrato de servicios", según informó la Subsecretaría de Telecomunicaciones.
Al prefijo quedaron incorporadas, así, las llamadas de cobranza, lo que generó una disputa entre las principales tarjetas y servicios de casas comerciales con la Subtel.
El retail financiero -gremio que agrupa a las tarjetas y los comercios- inicióp una ofensiva, para frenar la obligación de usar el prefijo. Perdieron en la Corte de Apelaciones y ahora irán a la Suprema.
El gremio explicó -según constató La Segunda- que "el error que cometió la Subtel fue equiparar la cobranza extrajudicial con un servicio complementario de telecomunicaciones, toda vez que no es una prestación adicional al servicio básico telefónico, no es voluntaria ni activable por el usuario, ni tarificable aparte".
"Se trata de una gestión contractual legítima, regulada en una ley especial", señaron asimismo. Según el sector, ya se estarían generando efectos indeseados. "Los datos proporcionados por los indicadores de contactabilidad muestran que, tras cuatro semanas de vigencia, la contactabilidad se desplomó en un 40%", señalaron al medio citado.
Esto "podría afectar los criterios de evaluación crediticia que finalmente puede impactar en el acceso al crédito formal", agregaron. En el gremio dicen que no buscan que se eliminen "los 600", sino que se establezca "una excepción de la normativa general que excluya a la cobranza extrajudicial del uso de prefijos, toda vez que son dirigidas a personas determinadas para recordar el cumplimiento de una obligación".
En el Gobierno insistieron -según constató La Segunda- que el objetivo es dar "inteligibilidad y transparencia" al sistema y que el consumidor puede distinguir entre llamadas legítimas y spam.