Con profundo pesar y esperanza en Cristo Resucitado, la Diócesis de Santa María de los Ángeles comunica el sensible fallecimiento de su querido Obispo Emérito, Monseñor Miguel Caviedes Medina, a la edad de 95 años, sexto Pastor de esta Iglesia Particular, cuyo lema episcopal “Ut Mundus Credat” (Que el mundo crea) inspiró más de una década de servicio pastoral al sur del país.

Nacido en Coltauco, Diócesis de Rancagua, el 30 de enero de 1930, Monseñor Caviedes dedicó su vida entera al servicio de la Iglesia. Ordenado presbítero en 1954, se distinguió por su cercanía, su profundo espíritu de oración y su compromiso con la formación de comunidades vivas, animadas por el Evangelio.

Tras años de servicio pastoral en Rancagua y luego como Obispo de Osorno, el Santo Padre Juan Pablo II lo nombró Obispo de la Diócesis de Santa María de los Ángeles el 1 de febrero de 1994. Asumió su ministerio pastoral el 18 de marzo del mismo año, sucediendo a Monseñor Adolfo Rodríguez Vidal.

Durante su gobierno pastoral, Monseñor Caviedes impulsó un estilo de Iglesia profundamente evangelizadora, promoviendo la creación de nuevas parroquias —entre ellas Santiago Apóstol de Paillihue y Nuestra Señora de Guadalupe de Ralco—, y alentando la formación de nuevos sacerdotes y diáconos permanentes. Asimismo, fundó la Revista Surcos, medio diocesano que por años recogió la vida pastoral de las comunidades, movimientos y parroquias.

Uno de los hitos más recordados de su ministerio fue la dedicación del Templo Catedral Santa María de los Ángeles y la consagración de su Altar Mayor en agosto de 2004, junto a todo el clero y los fieles de la diócesis. Ese mismo año, inauguró la Cruz del Tercer Milenio, signo visible de fe que se levanta en la entrada norte de la ciudad.

Al cumplir 75 años, presentó su renuncia al gobierno pastoral, la cual fue aceptada por el Papa Benedicto XVI el 6 de enero de 2006. Desde entonces, se mantuvo en oración y servicio pastoral en su diócesis de origen.

En el año 2007, con ocasión de sus Bodas de Plata episcopales, Monseñor Miguel Caviedes expresó públicamente su deseo de que, cuando el Señor lo llame, sus restos descansen en la cripta de la Catedral de Santa María de los Ángeles, templo donde celebró tantas veces la Eucaristía y acompañó con amor al Pueblo de Dios.

Por ello, informamos que, una vez concluidos sus servicios fúnebres en la Diócesis de Rancagua, sus restos mortales serán trasladados a la ciudad de Los Ángeles, donde descansarán para la posteridad, cumpliendo así su voluntad.

Invitamos a toda la comunidad diocesana a unirse en oración por el eterno descanso de su alma y a acompañar a su Pastor hasta su última morada, con gratitud y fe, reconociendo en su vida un ejemplo de entrega al Evangelio y a la Iglesia.

Que la Virgen María, Madre de la Iglesia, lo reciba en el abrazo eterno del Padre.

Diócesis de Santa María de los Ángeles
Los Ángeles, 26 diciembre 2025