Chile cerró el 2021 con un déficit fiscal del 7,6 por ciento del producto interno bruto (PIB) estimado, superando incluso la marca del 2020 cuando la pandemia provocó un descubierto del 7,1 por ciento, informó este lunes la Dirección de Presupuestos (Dipres) del Ministerio de Hacienda.

En términos absolutos, se trata de un saldo negativo de más de 23.000 millones de dólares, una cifra no tan elevada como la que había proyectado el Gobierno en el último trimestre, más de 24.300 millones -un 8,3 por ciento del PIB-, explicó el ministro de Hacienda, Rodrigo Cerda.

"Un 7,6 por ciento es un número importante, pero es similar al de otros países. Además, nos permitió recuperar nuestra economía y ayudar a nuestros compatriotas", valoró.

El déficit se debe a un crecimiento "histórico" del gasto público, que llegó a 94.700 millones de dólares -lo que implica un crecimiento de 33,2 por ciento anual-, indica el informe oficial, incidido principalmente por las medidas para ayudar a las economías familiares afectadas por las restricciones impuestas por el Covid-19.

Esta cifra no se vio compensada por el crecimiento del 37,8 por ciento de los ingresos, que alcanzaron los 71.600 millones de dólares.

Las ayudas sociales se fueron incrementando a lo largo del 2021 en forma de subsidios y de transferencias directas a los hogares, que llegaron a 16 de los 19 millones de ciudadanos e implicaron un gasto de 26,5 millones de dólares, según cifras oficiales.

En paralelo, los ingresos aumentaron principalmente por un alza del 34,1 por ciento en la recaudación tributaria de los contribuyentes, de la gran minería privada y de Codelco, en medio de máximos históricos del precio del metal rojo.

Los ingresos por IVA aumentaron un 36,6 por ciento "por el mayor dinamismo del consumo privado, impulsado por la mayor liquidez de los hogares y los retiros de fondos previsionales", indicó el reporte.