"Con mi plata no", "Será ley", "Banco Central Autónomo" y "Cárcel para Piñera" son los nombres de cuatro de las más de 70 iniciativas populares de norma que lograron recolectar 15.000 firmas y serán tramitadas por la Convención Constitucional.

Entre las temáticas que más le interesaron a la población para redactar sus propuestas están el derecho a la salud, a la educación, a la vivienda, a la seguridad social; pero hay también propuestas sobre derechos para los animales, y derechos de propiedad; y otras más curiosas, como el "Derecho a ser club y ser hincha".

Además de los requisitos formales de presentación de las normas, la Convención solo exigía el patrocinio de un mínimo de 15.000 personas mayores de 16 años, provenientes de al menos cuatro regiones distintas. Una vez cumplida esa meta y terminado el plazo de recolección de firmas, las iniciativas quedaban listas para su tramitación.

Ese camino empieza cuando la mesa directiva distribuye las propuestas a las comisiones temáticas correspondientes. Luego, dependiendo del cronograma interno de cada una esas comisiones, la iniciativa se tiene que discutir y votar en general. Por ejemplo, "Será ley", la propuesta que garantiza el aborto libre en la Constitución, ya fue discutida en Derechos Fundamentales.

¿Se pueden votar normas contradictorias?

Aquel punto es importante: todas las iniciativas populares de norma deben tramitarse, independientemente de si la comisión a la que ingresan ya aprobó o rechazó materias contradictorias a esas propuestas.

Por ejemplo, la semana pasada Sistema Político aprobó en general un Congreso unicameral y en los próximos días debe ingresar a esa instancia una propuesta ciudadana que busca consagrar un Congreso bicameral. Lo que las coordinaciones acordaron fue que, si eso ocurría, debían dar el espacio para la discusión y votación en general nuevamente.

"Si hay iniciativas populares que son contradictorias a las propuestas, va a depender de la comisión que la esté tratando y según el debate que se esté dando ahí dentro si es aceptada o rechazada, entra en la misma dinámica de la comisión", contestó la coordinadora de la Comisión de Participación Popular, Paulina Valenzuela (INN).

"Entra a ser debatida en las mismas condiciones y abre una nueva posibilidad para aquellos que habían votado en contra a darle una nueva vuelta y entrar en el debate de nuevo, lo que enriquece las diferencias de opinión, y la comisión tiene una nueva posibilidad de tomar una postura para llevarla al pleno", complementó.

Después de la votación en general, hay dos caminos posibles: si se rechaza, la iniciativa queda desechada. Si es aprobada por la mayoría de los constituyentes de la comisión, inicia un plazo para ingresarle modificaciones y luego votarla en la discusión en particular. Y recién ahí, si son visadas nuevamente, pasan a la discusión y votación en el pleno, donde requieren del apoyo de 2/3 de los convencionales (103) para su incorporación al proyecto de nueva Constitución.

En ese momento de la tramitación, si no alcanzara los 103 votos, vuelve a la comisión para un nuevo plazo de indicaciones. Si después de ese proceso es rechazada otra vez, queda desechada definitivamente. Otro dato importante: hasta la publicación de esta nota, la iniciativa popular de norma más patrocinada es "Con mi plata no", con 60.000, casi cuatro veces más que lo requerido para su ingreso a la Convención.

No obstante, el órgano constituyente no hace ninguna distinción en cuanto a la cantidad de firmas obtenidas. Todas se tramitan de la misma forma y no hay garantías de que se aprueben en el pleno.

El proceso es el mismo para las iniciativas populares indígenas. La plataforma de participación cuenta con más de 60 propuestas provenientes de los pueblos originarios.