La nueva ministra del Trabajo, Jeanette Jara, recibió este domingo a la vicepresidenta segunda del Gobierno de España, Yolanda Díaz, en sus oficinas en Santiago, y señaló que estaba muy "contenta" de conocer la "experiencia y reformas que se han llevado adelante (en el país europeo) y que han apuntado a mejorar la calidad de vida de trabajadoras y trabajadores".

"Estamos muy contentas de conocer el camino recorrido, los avances, los procedimientos, los obstáculos y cómo el diálogo social contribuye a convertir todas estas demandas en realidad", afirmó la flamante secretaria de Estado, que ingresó al cargo el viernes pasado junto al Gobierno entrante del Presidente Gabriel Boric.

Por su parte, Díaz afirmó que fue un "placer" visitar Chile y participar de un "momento histórico", haciendo referencia a la ceremonia de investidura que Boric protagonizó el pasado 11 de marzo en Valparaíso en una jornada que concluyó con un extenso discurso desde un balcón del palacio presidencial de La Moneda en la capital.

"Seguimos el proceso con mucho interés y expectación. Hoy damos un paso adelante y empezamos a intercambiar agendas y experiencias en una materia de tanta importancia como el trabajo, el trabajo decente como igualación social. Hoy nos ponemos a aprender las unas de las otras con la convicción de que con el diálogo social y colocar el trabajo decente en el centro seremos capaces de conseguir vidas dignas para el conjunto de la sociedad", señaló la autoridad española.

Díaz integró, junto al rey Felipe VI; el presidente del Senado español, Ander Gil, y la ministra de Igualdad, Irene Montero, la delegación de España en la ceremonia solemne de investidura del nuevo Mandatario y fue, con la propia Montero, una de las invitadas que asistió después al discurso desde el balcón de La Moneda y la cena de gala posterior.

La recuperación del empleo —especialmente el femenino, el más golpeado por la pandemia— y una promesa de aumento significativo del salario mínimo figuran en el horizonte como dos temas claves para la nueva administración de Boric en materia laboral, con una economía ralentizada en los últimos meses después de un crecimiento acelerado gatillado por el consumo interno y una presión inflacionaria que alcanza a la fecha índices históricos.