La delegada presidencial de la Región del Biobío, Daniela Dresdner, se refirió a la decisión de desalojar luego de más de dos meses la central hidroeléctrica Pangue y aseguró que "no se usó la violencia".

Frente a esta situación la autoridad regional comentó que "hay que decir que este es un problema heredado, puesto que es un conflicto que nació en enero cuando nosotros aún no éramos Gobierno, y a nuestra llegada nos encontramos con este conflicto, intentamos resolverlo de la manera que siempre se resuelve, que es mediante diálogo".

Sin embargo, esos esfuerzos por conversar tanto con las comunidades y con la empresa Enel, y generar instancias de diálogos entre ambos, no se logró llegar a un acuerdo. En este sentido, Dresdner aseguró que tuvieron en consideración que "a medida de que pasa el año se empieza a hacer más peligroso el que se mantengan ahí las comunidades por el funcionamiento de la central".

"Finalmente llegamos a un punto que no había forma de poner de acuerdo a la empresa con la comunidad, así que lo que se hizo fue un desalojo muy pacífico donde solo habían cuatro personas presentes, no se usó la violencia y quienes acudieron al desalojo fue la policía de acá mismo, de la zona, que también conocían a las personas", concluyó la delegada.