"El proceso de escucha activa y diálogo que llevamos a cabo, con más de 120 organizaciones vinculadas al sector educativo, es una contribución a la conversación que nuestro país debe mantener en torno a lo relevante que es la educación, siempre, y particularmente en este contexto de pandemia".

Con esas palabras, ayer el ministro de Educación, Raúl Figueroa, dio a conocer una serie de planteamientos presentados por diversos actores del sistema educacional con el fin de avanzar hacia una vuelta a clases de forma presencial, generados tras las "Jornadas de Escucha Ciudadana de Educación y Pandemia", llevadas a cabo en el marco de las evaluaciones a las futuras modificaciones al plan Paso a paso.

En total 151 personas provenientes de 14 regiones del país manifestaron a las autoridades sus diversas visiones e inquietudes en la materia, quienes coincidieron en seis temas de preocupación.

Se trata de "las consecuencias en el desarrollo de los aprendizajes y el aumento de las brechas educativas; la pérdida de la experiencia; los problemas de conectividad existentes por situación socioeconómica y zona de residencia; la dificultad de los hogares por responder a las necesidades de niños y jóvenes; la reconstrucción de confianza con las comunidades educativas para mitigar las sensaciones de temor y desprotección, y; considerar la educación como tema prioritario".

En ese contexto, las propuestas planteadas tienen como foco principal la necesidad de que los establecimientos estén "disponibles para recibir estudiantes". Esto, "mediante una nueva forma de presencialidad, siendo fundamental reconstruir la confianza con las comunidades educativas para entregarles: seguridad (las condiciones materiales necesarias para minimizar los riesgos sanitarios), estabilidad (certeza respecto a la continuidad de las decisiones en relación a la educación) y empatía (comprensión con las situaciones y necesidades de cada comunidad educativa, sus estudiantes y trabajadores)".

El detalle de los planteamientos

De este modo, según dieron a conocer desde el Mineduc, entre los planteamientos de las organizaciones destaca la opción de avanzar hacia una "nueva presencialidad", que coexista con las clases remotas, pero que asegure la apertura continua de los establecimientos, independiente de las fases del plan Paso a paso.

En ese punto propusieron que se considere la educación como "esencial para asegurar el bienestar socioemocional de niñas, niños y adolescentes", con el "desafío de asegurar las clases presenciales sin ir en desmedro de las clases remotas".

Por lo anterior, instaron a una "comunicación afectiva" por parte del Ejecutivo, que "aumente la motivación de hogares a asistir a establecimientos educacionales".

Asimismo plantearon medidas sanitarias y de transporte para "asegurar un entorno físico adecuado en favor de la presencialidad", como "realizar modificaciones que permitan un transporte seguro entre hogares y establecimientos", como la modificación de horarios de clases, elaborar un sistema de turnos, subvenciones, y la priorización de la educación por sobre otras actividades para el uso del transporte público, entre otras.

A lo anterior se suma el "asegurar recursos en un contexto adverso".

En este ítem instaron a flexibilizar el uso de recursos, como por ejemplo, el sistema de subvención (SEP) y el servicio de alimentación de JUNAEB, con foco en establecimientos rurales.

Además plantearon aumentar el apoyo psicológico y pedagógico a las comunidades educativas Cabe recordar que tras conocer estos puntos, la subsecretaria de Salud Pública, Paula Daza, manifestó que "analizaremos todas estas sugerencias para poder generar un Plan Paso a Paso en donde los niños estén primero, porque su aprendizaje y la contención que le da la comunidad escolar es primordial para su desarrollo".

Añadiendo que "tomaremos las medidas para conciliar de la mejor forma posible su acceso a esta educación, sin descuidar en ningún momento la salud".