Crónica
Política
15/05/2022
Chile podría tener la Constitución más larga del mundo, pues preliminarmente, el borrador que está preparando la Convención para ser plebiscitado ya tiene 499 artículos.
Esa cifra supera a las constituciones más extensas de Sudamérica, por ejemplo la de Bolivia, que tiene 411 artículos; y a nivel mundial, a la de la India, que tiene 446 y es considerada la Carta Magna más grande de un país. Pero el trabajo de la Comisión de Armonización, que iniciará este martes 17, podría concluir en una reducción sustancial de ese número.
Esta instancia tiene como objetivo revisar el texto y realizar sugerencias para que quede concordante y coherente. Además, buscará fórmulas para superar deficiencias de técnica legislativa, omisiones y contradicciones de sintaxis; podrá formular correcciones gramaticales, ortográficas y de estilo; y finalmente propondrán un orden y una estructura para el texto acabado.
Todo aquello implica un trabajo de examinar punto por punto lo que se ha aprobado, y en ese proceso -que algunos ya han empezado a hacer por fuera de la comisión-, los convencionales han detectado artículos redundantes o normas que podrían concentrarse en una sola. "La Comisión de Armonización, haciendo uso de sus atribuciones, no sólo puede eliminar redundancias, sino que va a proponer un orden del texto.
Por ejemplo, la Constitución vigente, en su artículo 19, tiene muchos numerales. Y cada numeral es más o menos equivalente a un nuevo artículo con varios párrafos, entonces la organización final del texto será muy distinta a la de hoy y puede ser, por ejemplo, que un artículo contenga varios numerales o que aspectos repetidos se vayan eliminando", explicó el vicepresidente Gaspar Domínguez esta semana.
Un 25% menos
"Hay muchas ideas que están repetidas en distintos puntos y que se pueden reducir. Hay ideas que se pueden formular de una manera más acotada y precisa. Creo que la Constitución, una vez que la armonicemos, tendrá una extensión que corresponderá a los estándares normales", comentó Mauricio Daza.
Según Daza, "por lo menos un 25%" podría ser reducido, con lo que el número total podría estar entre los 380 y los 400. Esto es compartido por el convencional Andrés Cruz (Col. Socialista), que afirma que si existiera " voluntad y buena disposición y si hay realmente un diálogo fluido en la comisión", se podría bajar el número en un cuarto del total.
"Las comisiones en un inicio trataron de incorporar problemáticas generales, aspectos que servían de introducción a la labor que iban a desempeñar y en realidad son bastante comunes en todas las propuestas de cláusulas constitucionales que están en el borrador", sostuvo Cruz. De acuerdo con su mirada, si se hiciera un trabajo de revisar esas repeticiones y otras vinculadas, por ejemplo, al reconocimiento de derechos que se encuentran establecidos ya en Derechos Fundamentales, "podríamos llegar a una asimilación del texto que no pierda el fondo de lo que se quiso dejar consagrado", agregó el convencional socialista. A juicio de Tatiana Urrutia (FA), "la extensión de la Constitución siempre va a depender de las necesidades del momento histórico.
La Convención es el reflejo de las preocupaciones y demandas de la ciudadanía". No obstante, "sabemos que cambiará la cantidad y el orden de los artículos. Por ejemplo, en educación hay cinco artículos y eso debiera ser solo uno", ejemplificó.
Otro caso es "el artículo del derecho de propiedad y de la expropiación, que están regulados en artículos separados, y se podrían juntar y formar uno solo", respondió Daniel Bravo (Pueblo Constituyente), co-coordinador de Armonización. De cualquier forma, los convencionales consultados hacen énfasis no en el número de artículos, sino en la cantidad de palabras.
Bajo esa lógica, la extensión no marcaría un récord, pues la de la India contiene más de 100 mil y el borrador chileno no alcanza las 50.000. "El número de caracteres o palabras que tiene el actual articulado no es especialmente superior al número de caracteres o palabras de la actual Constitución, solo que ese texto está distribuido en mayor cantidad de artículos, hay algunos que son bastante cortos", remarcó Bravo.
La discusión sobre qué se puede acortar
El desafío que tendrá la comisión es determinar y consensuar qué entienden por cada uno de los puntos que pueden corregir, según sus atribuciones, como por ejemplo las deficiencias de técnica legislativa, las omisiones o las contradicciones. En ese punto, la discusión podría volverse política y no técnica, porque la comisión necesitará del voto de 2/3 de sus integrantes para aprobar esas enmiendas, y en el pleno deberán someterse al mismo quórum.
En ese marco, la convencional Natividad Llanquileo (pueblo mapuche) declaró que si bien los pueblos originarios "han logrado cosas", la etapa de Armonización será "compleja". "Ya existen comentarios, que espero que sólo se queden en comentarios, de que nuestros derechos ya se empezarían a tijeretear.
Por ejemplo, respecto a la justicia, que se estarían sacando los instrumentos internacionales, o respecto del consentimiento", afirmó Llanquileo. Su intervención apuntó a la idea que surgió en un sector de la centroizquierda hace varios meses atrás sobre la posibilidad de modificar de alguna forma la norma aprobada en un informe de Forma de Estado que dice que "los pueblos y naciones preexistentes al Estado deberán ser consultados y otorgar el consentimiento libre, previo e informado en aquellas materias o asuntos que les afecten en sus derechos reconocidos en la Constitución".
Pero hacer ese tipo de cambios no sería tan fácil, pues el mismo reglamento dice que Armonización no puede suprimir ni modificar lo ya aprobado. En ese sentido, la constituyente Patricia Labra (Ind. RN-Evópoli) planteó que "hay frases repetitivas o muy similares en artículos distintos, tales como las referidas a plurinacionalidad por ejemplo.
Considerando que van más de 450 artículos aprobados, si bien lo ideal sería lograr una reducción significativa de ellos, no se puede esperar ni asegurar esto porque la comisión no tiene facultades para intervenir en el fondo de la norma".