Recaudación en 2022 de impuesto específico a combustibles anota su peor nivel en 9 años: Expertos analizan efecto Mepco

Nacional

Crónica

25/07/2022


Una idea que se ha venido levantando desde distintos frentes hace un buen tiempo en Chile es la de rebajar -o derechamente eliminar transitoriamente- el impuesto específico a los combustibles, en medio de la explosiva escalada del precio de las bencinas, a propósito del inédito precio mostrado por el dólar en las últimas semanas y la inflación generalizada.

De hecho, según informó la Empresa Nacional del Petróleo, a partir de esta semana las gasolinas de 93 y 97 octanos subirán $13 por litro, al igual que el diésel; mientras que el gas licuado de petróleo (GLP) de uso vehicular bajará $13. De esta forma, los precios de las bencinas, en general, promedian los $1.200 en todas las regiones del país.

Pero lo cierto es que, pese a aquello, de un año a la parte los recursos fiscales por concepto de impuesto específico a los combustibles han tendido a caer con fuerza.

Es más, al analizar las cifras, el primer trimestre de este año se posiciona como el peor en diez años en cuando a recaudación, alcanzando un monto de $298.479 millones, levemente mayor a los $282.022 millones registrados en los primeros tres meses de 2012 -una diferencia de apenas $16.457 millones-. Eso sí, al hacer el cálculo de los recursos allegados por dicho gravamen en los primeros cinco meses, la recaudación en términos históricos mejora levemente, siendo la más baja desde 2013, hace nueve años.

Entre enero y mayo de 2022, se han recaudado $517.670 millones, mientras que en los primeros cinco meses de 2013 la cifra fue de $491.937 millones.

¿Cómo se explica esto?

De acuerdo a economistas consultados por Emol, lo anterior responde al abrupto incremento presentado por el Mecanismo de Estabilización de Precios de los Combustibles (Mepco), instrumento que fue creado en 2014 para mitigar las alzas de los precios de los combustibles, a fin de que estas sean más estables y controladas.

Cabe recordar que el techo de las subidas semanales de las bencinas en Chile fue modificado a principios de junio de este año, con el proyecto impulsado por el Ejecutivo que inyectó más recursos al Mepco -para llevarlo de US$1.500 millones a US$3.000 millones-, cambiando además el método de cálculo para las variaciones. Ahora, las alzas -o bajas- semanales de las gasolinas son igual al 0,8% del promedio de las últimas dos semanas del precio base de la gasolina de 93, lo que hace que las variaciones puedan ser más bruscas que el antiguo máximo de $6,8.

A juicio de Juan Ortiz, economista del Observatorio del Contexto Económico (Ocec) de la Universidad Diego Portales, "este año se ha reducido significativamente el recaudo del impuesto específico, explicado exclusivamente por el alza tan abrupta del subsidio que otorga el sistema para mitigar el alza semanal del precio de los combustibles".

Añadió que "durante todo el año 2022 se ha otorgado subsidios para las gasolinas y el diésel. Incluso llevamos 10 y 11 semanas, respectivamente, para la gasolina 93 y 97, donde el subsidio en UTM/m3, es mayor que el componente fijo de 6 UTM/m3, es decir el Fisco no solo otorga un subsidio, sino que este es mayor que el componente fijo, es decir hay un subsidio pleno".

"En el caso del diésel esto ocurre desde marzo, dado que el componente fijo es de 1.5 UTM/m3. Por ejemplo, para esta semana el subsidio fue de -7.3902 UTM/m3, por lo que el impuesto específico final es de -5.8902 UTM/m3. Todo esto implica que el recaudo se desplome como medida para contener el alza del precios al consumidor final", apuntó.

Esto, ya que el impuesto específico a los combustibles tiene dos componentes: uno fijo y uno variable. Así, el componente base o fijo se establece por metro cúbico de combustible y en el caso del diésel es de 1,5 UTM/m3, es decir, la cuarta parte de lo gravado a las gasolinas automotrices, que alcanzan los 6 UTM por metro cúbico.

En tanto, el componente variable se suma -o resta- al componente base con el propósito de evitar variaciones abruptas en los precios finales, y es dentro de este formato, que opera el Mepco. Sobre este punto, Michelle Labbé, economista jefe de Dominus Capital, afirma que "desde principios de año el Mepco ha estado subsidiando gran parte del impuesto específico, un porcentaje importante, y de hecho, a partir de junio y la totalidad de julio, ha subsidiado completamente el impuesto específico.

Por lo tanto, el subsidiar completamente implica que lo que se ha recibido por concepto de impuesto específico es cero". Por ello, explica que la baja recaudación del impuesto específico a los combustibles "tiene que ver con el Mepco, porque como se produjo esta alza tan importante durante el año, que viene desde el año pasado, de hecho, el Mepco ha entregado subsidios, y al entregar esos subsidios significa menos recaudación del impuesto específico".

En el detalle, esto se traduce en que a partir de este jueves el Mepco "está entregando $371 por litro de la 93; $447 por la de 95; y $375 por litro del diésel", lo que "afecta negativamente, porque el impuesto específico, por ejemplo de las gasolinas, es de $349. Es decir, se entrega más por concepto de Mepco de lo que sale el impuesto específico, o sea es impuesto específico negativo, se le quita, y eso significa que la recaudación es negativa, no es cero".

"Y en el caso del diésel es peor, el impuesto específico es $87, así que si estás entregando $375 en el fondo estás subsidiando $288 de impuesto específico", afirmó. Por su parte, Carlos Smith, docente investigador del Centro de Estudios en Economía y Negocios de la Universidad del Desarrollo, sostiene que "el Mepco está subsidiando en promedio, entre las bencinas de 93 y 97, alrededor de $550 mensuales, y la verdad es que esto ayuda a que la recaudación sea menor porque el impacto sobre el precio ha sido mucho menor de lo que debiera ser".

¿Conviene rebajar el impuesto a los combustibles?

En un escenario como el actual, en el que se requieren mayores ingresos fiscales para sustentar las potentes reformas que el Gobierno busca echar a andar, Ortiz plantea que reducir el impuesto específico "tendría un efecto bien particular".

"Como el componente variable hoy es mayor al componente fijo (6 UTM/m3 para la gasolina y 1.5 UTM/m3 para el diésel), simplemente su reducción implicaría aumentar los subsidios semana a semana, es decir gatillar un mayor costo fiscal.

Así el precio al consumidor final no se reduciría, simplemente aumentaría el costo fiscal", dijo. Y aclaró "no es una medida prudente, hoy reducir el impuesto especifico no incide en cambiar el precio al consumidor final, ya que el Mepco está suavizando a través de un fuerte subsidio el precio al consumidor final semana a semana". Labbé, a su vez, expuso que "hoy día hay impuesto específico negativo. Entonces, no tiene ningún sentido pensar en una medida así, porque al eliminar el impuesto específico, o rebajarlo, tienes el Mepco funcionando. No funcionaría".

En esa línea, Smith deslizó que "rebajar el impuesto, pagar menos por la bencina es bastante regresivo, finalmente ayuda mucho más a las personas que más combustibles utilizan, y esas son las familias con más recursos, que tienen más autos, y generalmente gastan mucho más. Por lo tanto, de esa manera, el impacto, o la mejora, está mucho más sobre esas familias de mayores recursos".





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