Regional
Crónica
Mundo Agrícola
09/08/2022
La Seremi de Agricultura, Pamela Yáñez, junto al encargado regional de Protección Agrícola – Forestal y Semillas del SAG de Biobío, Rodrigo Ther, visitaron el predio de Blanca Gutiérrez, pequeña propietaria del sector Los Caulles, comuna de Yumbel, oportunidad en la cual le entregaron los dispositivos de confusión sexual de la polilla del racimo de la vid, Lobesia botrana, medida contemplada en la estrategia de control del Programa Nacional de Lobesia botrana para evitar la dispersión de la plaga.
Al respecto, la Seremi de Agricultura destacó que “la estrategia del SAG contempla una asignación del 100% de los emisores a los predios del sector frutícola que tengan una superficie de hasta 5 hectáreas, misma asignación se realizará a los predios de producción vitivinícola que tengan hasta 20 hectáreas de superficie, medida que beneficia directamente a 274 pequeños productores y productoras de vid y arándanos de la región mientras que 29 agricultores/as serán beneficiados con el sistema de reparto compartido ”.
Por su parte, el profesional del SAG de Biobío indicó que “la técnica de la confusión sexual es la principal medida de control de esta plaga, ya que se busca evitar la reproducción de esta polilla, por lo que es muy importante su oportuna instalación, siguiendo las indicaciones que entregan los/as funcionarios/as del SAG como por ejemplo colocar 500 dispositivos por hectárea, instalando esta temporada más de 604 mil dispositivos en una superficie de 1.208 hectáreas del sector rural de la región”.
Agregó, que el listado de productores/as beneficiados/as con la asignación de emisores de confusión sexual está publicado en el sitio web del SAG, www.sag.cl, quienes se comprometen a instalarlos a más tardar el 15 de septiembre, asimismo deben informar la fecha de inicio y término de esta labor, periodo en el cual son supervisados/as por funcionario/as del Servicio.
Área urbana
Más tarde, las autoridades del agro se trasladaron a la vivienda de Jovita Fuentes, ubicada en el sector urbano de Los Ángeles, para instalar estos dispositivos en su parrón y árboles. Esos emisores de feromona también se instalarán en sectores urbanos de las comunas de Mulchén, Santa Bárbara, Negrete, Nacimiento, Cabrero, Yumbel y Santa Juana, abarcando una superficie de 406 hectáreas.
Por ello, el encargado regional de Protección Agrícola – Forestal y Semillas del SAG de Biobío llamó a la comunidad a permitir el ingreso de los inspectores del Servicio a las viviendas priorizadas en la instalación de estos dispositivos, quienes se encuentran debidamente identificados y portan los elementos de seguridad necesarios para evitar contagios por Covid-19.
Cabe recordar que los confusores son pequeños dispositivos plásticos que se instalan en los árboles frutales emitiendo una feromona sintética que desorienta al macho, impidiendo que se encuentre con la hembra para reproducirse, lo que se traduce en una disminución de la descendencia y de los daños en la fruta. Tienen una vida útil de unos 6 meses aproximadamente, no son tóxicos ni provocan problemas a la salud de las personas, de los animales, abejas, enemigos naturales y/o insectos benéficos
Estos emisores no tienen costo para la ciudadanía y las autoridades del agro solicitaron a los vecinos no sacar, manipular o trasladar el dispositivo a otras zonas y que, además, informen al resto de los integrantes de su familia acerca de la importancia de estas medidas.
La Estrategia 2022-2023 del Programa Nacional de Lobesia botrana se encuentra publicada en la página web del SAG. Este documento contiene los objetivos, alcances y detalle de las acciones que se tomarán en el marco del Programa de Control Oficial de esta plaga, abarcando aspectos relativos a vigilancia, control en predios y zonas urbanas, fiscalización e investigación, entre las medidas más relevantes destaca el importante aumento de emisores de confusión sexual (CS) aportados por el SAG a los productores/as de vides viníferas y arándanos.
La polilla del racimo de la vid o Lobesia botrana (Lepidoptera, Tortricidae) fue detectada por primera vez en nuestro país en la zona de Linderos, Región Metropolitana, en el año 2008. La plaga, originaria de Europa, ataca a los viñedos y su larva provoca un daño directo al alimentarse de los racimos, produciéndose una pudrición y deshidratación de las bayas.