“Las estadísticas de género capturan adecuadamente las diferencias y desigualdades en la situación de mujeres, hombres y personas no binarias en todas las áreas de su vida -señaló la directora nacional en el inicio de su conferencia-.

 Esto significa que estamos hablando de estadísticas transversales a todos los temas que se abordan en la producción de estadística oficial, desde los temas económicos, vitales de trabajo, ingresos, seguridad, educación cultura; se puede hacer una caracterización muy importante de la población a través de la desagregación de estadísticas en términos de género. Dado que las mujeres, hombres y personas no binarias no son grupos homogéneos, necesitamos poder caracterizarlos de la mejor manera posible”. 

Ante la pregunta por la utilidad de las estadísticas de género, señaló que “sirven para identificar y visibilizar la situación actual de mujeres, hombres y las diversidades de género en los distintos ámbitos de sus vidas; promover el análisis de género e investigación sobre las desigualdades y sesgos de género, que afectan desproporcionadamente a las mujeres; aportan evidencia para la toma de decisiones y diseño de políticas y programas, así como permiten monitorear y evaluar el progreso hacia la desigualdad de género”, precisó. 

En su exposición, la directora nacional del INE remarcó la importancia de identificar las brechas de género, pues reflejan la distancia entre mujeres y hombres en el acceso a derechos, participación y control sobre los recursos, servicios, oportunidades y beneficios que les permiten asegurar su bienestar y desarrollo humano. “Por ello es importante el enfoque de género, pues fortalece el sistema estadístico nacional, conduciéndolo a la descripción más precisa y completa de las actividades, características y situación de la población”. 

La conferencia que contó con una alta convocatoria abordó algunos de los ejemplos más significativos del panorama nacional respecto a las brechas de género, como la participación de la mujer en el mercado laboral en tiempos de pandemia; tópico de preocupación de las autoridades. “En el peor momento de la pandemia, la tasa de participación femenina cayó a un 41,2%, porcentaje que se ha demorado dos años en recuperarse y no hemos llegado a los niveles de participación previos a la pandemia. Averiguar por qué esta brecha se genera, en el caso de las mujeres, es relevante pues vemos que las razones por las cuales las mujeres están fuera de la fuerza de trabajo tienen que ver principalmente con responsabilidades familiares permanentes. En el trimestre junio-agosto de 2022, 1.394.774 mujeres no estuvieron disponibles para trabajar remuneradamente por estas responsabilidades”. 

Otro de los temas relevantes abordados fue el Atlas de Género del INE, una colección de mapas que, a través de indicadores a nivel regional, visibiliza las inequidades, brechas o barreras de género que experimentan las personas en distintas dimensiones de su vida. Los indicadores se presentan en torno a cuatro ámbitos conocidos como autonomías que, desde la perspectiva de género, permiten evidenciar la capacidad y condiciones de las mujeres para tomar, de manera autónoma, decisiones que afectan sus vidas. Estas son: autonomía en la toma de decisiones, autonomía económica, autonomía física y procesos de aprendizaje para el cambio cultural.

La difusión de indicadores de género es parte importante de los esfuerzos para lograr la igualdad entre hombres y mujeres, siendo insumo para la formulación de políticas públicas que apunten a disminuir las desigualdades que en este ámbito persisten en nuestra sociedad.