Encuesta Fonasa: Uno de cada 10 pacientes ha suspendido tratamiento por falta de dinero

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24/10/2022


Una encuesta del Fondo Nacional de Salud (Fonasa) reveló una preocupante realidad que dejó el 2021: que uno de cada 10 pacientes tuvo que suspender su tratamiento médico por falta de dinero para seguir comprando los medicamentos.

El sondeo, realiza a inicios de este año y que midió la situación del segundo semestre del 2021, constató que el 11,3% de las personas consultadas dejó de consumir el fármaco recetado.

Clarissa Gondim, académica de Química y Farmacia de la U. San Sebastián, advirtió que "interrumpir un tratamiento en forma brusca" puede provocar "una crisis más fuerte" asociada a la enfermedad.

Camilo Cid, director de Fonasa, vinculó el escenario al hecho de que una fracción de los beneficiarios del sistema público no acude a los consultorios.

"Las mismas cifras de la encuesta revelan que del 100% de las personas que asisten o podrían asistir a los dispositivos del sistema público de salud, solo el 75% asiste a los Cesfam. Entonces, pensamos que es muy probable que buena parte de esas personas no estén accediendo a sus consultorios. El llamado es a inscribirse en la atención primaria de salud y poder acceder a los Cesfam para tener accesos al plan de salud familiar que incorpora una buena cantidad de medicamento que ellos están demandando", expuso.

Además, según la encuesta, en el último mes de la medición los usuarios gastaron en promedio 37.967 pesos en medicamentos o consultas en el sistema público, mientras que quienes lo hicieron en el privado, 54.891 pesos.

El gasto de bolsillo de los chilenos, es decir, el dinero que la persona gasta en fármacos o atenciones tras restar las coberturas de isapre, Fonasa o un seguro, es uno de los más altos a nivel de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE), de la que Chile forma parte.

LOS DESAFÍOS DE LA FUTURA REFORMA DE SALUD

El secretario nacional del Colegio Médico, José Miguel Bernucci, hizo hincapié en que "el acceso a medicamentos ha sido un problema principal en nuestro país, históricamente, y hoy, postpandemia y en crisis económica, puede haberse empeorado: así lo muestra este estudio que dice que una de cada 10 personas ha debido suspender algún tipo de tratamiento crónico debido a la falta de acceso".

Una situación que pone de relieve que "los desafíos de la reforma de salud tienen que ver con mejorar el acceso no solo a atenciones, sino también a los fármacos; y lo más probable es que nuestro nuevo sistema de salud requiera asegurar por lo menos todos aquellos fármacos que deben ser necesarios de tomar sobre todo en enfermedades crónicas y no transmisibles".

Jorge Cienfuegos, presidente del Colegio de Químicos, Farmacéuticos y Bioquímicos de en la Región Metropolitana, apuntó a la Ley de Fármacos 2, que sigue estancada en una comisión mixta en el Congreso Nacional, en la que "no solo se abordan medicamentos, sino también dispositivos médicos".

"Estos dos productos tan importantes y necesarios para tratamiento de enfermedades y básicamente para todo lo que es nuestro sistema de salud son un punto clave; también para el gasto de bolsillo, no solo desde el punto de vista de bajar los precios, sino que la falta de estos en la incorporación al concepto de seguridad social", sostuvo.

Para Héctor Sánchez, director del Instituto de Salud Pública de la U. Andrés Bello, "la verdadera solución es que los medicamentos estén incorporados en los planes de salud tanto del sector privado como público, y me refiero no solo a los medicamentos hospitalarios, sino también a los ambulatorios".

Es una medida que puede tener "tres efectos: mayor equidad en el sistema, garantía de que las personas van a hacer su tratamiento completo, y que al ser los seguros públicos y privados los que terminan negociando con los laboratorios, bajan los precios", planteó.





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