Regional
Crónica
Mundo Agrícola
20/03/2023
Por Christopher Cortez Alarcón
Los pequeños productores de miel de la Región del Biobío se encuentran en una compleja etapa luego de la catástrofe de los incendios forestales, lo que llegó para sumarse a problemas de producción y exportación experimentados en 2022.
Vale recordar que en medio de la catástrofe registrada en febrero fueron varias las hectáreas e instalaciones del rubro que terminaron total o parcialmente dañadas por el fuego o el humo, dejando en un delicado escenario la producción regional de miel 2023.
Abejas muertas, paneles con pérdida completa, e incluso la desaparición del quillay han marcado a esta industria en estas últimas semanas y donde ahora cerca de 450 apicultores y apicultoras de la Región buscan alternativas para mantener a sus ejemplares sobrevivientes y con ello poder retomar la generación de miel para la última parte del año.
Misael Cuevas, presidente de la Federación Red Apícola Nacional, explicó que quienes se dedican a esta actividad económica están en un “período de sostenimiento con las abejas que quedaron vivas, con tal de mantenerlas hasta agosto, por lo menos. Ahí se utilizan vitaminas, proteínas, suplementos y otras cosas. Ellas quedaron muy vulnerables en términos nutricionales y sanitarios (inmunidad)”. En detalle, los trabajadores requirieron de capacitación para llevar a cabo el proceso, el cual aseguran que no tiene efectos negativos en el producto final.
Asimismo, dentro de todas las medidas adoptadas para sobrellevar el delicado escenario en que quedó gran parte de la industria local, ha sido relevante el traslado de colmenas a zonas con alimentación natural disponible, en el caso de quienes tienen la posibilidad. Esto porque los terrenos incendiados necesitarán mucho tiempo para su recuperación.
Son varios los puntos que están siendo evaluados como alternativa por parte de los productores. Dentro de la lista de posibles zonas están el sector hacia la desembocadura del Río Biobío, en Hualpén, Curanilahue, sectores de Negrete e incluso comunas de otras regiones.
Miguel Chávez, presidente de la Red Apícola de Negrete, manifiesta que necesitan “aumentar la cantidad de abejas y potenciar las que hay para cubrir la necesidad de alimento hacia el futuro. Hay que recordar que ellas polinizan todo tipo de flores y semillas para que se transformen en alimento para los humanos”.
De esa forma, estiman comenzar a generar nuevamente la sustancia junto con la llegada de la primavera para comercializar a partir de diciembre. En casos excepcionales, puede suceder en noviembre.
Es que según el balance actual de la Red Apícola al menos 30 mil a 40 mil colmenas terminaron destruídas producto de los incendios forestales.
Sobre las ayudas entregadas hasta ahora, la seremi de Agricultura del Biobío, Pamela Yáñez, dijo que “llevamos más de un mes desde que comenzaron las primeras entregas de alimento animal para agricultores y agricultoras afectados por los incendios forestales en la región”.
“Por esta emergencia, se ha distribuido alimento animal, concentrado, pellet de ave y alimento apícola, en este último sector productivo se ha entregado a los apicultores tortas nutricionales, vitaminas, azúcar y jarabe nutricional para que tengan alimento para sus abejas”, agregó la seremi.
“Como Gobierno, hasta el momento, se ha entregado ayuda a cerca de 1.700 agricultores. Sin embargo, seguiremos trabajando, por eso pretendemos llegar a más 2 mil pequeños productores agrícolas a nivel regional, sin considerar el apoyo paralelo que entrega el Instituto de Desarrollo Agropecuario (Indap) a sus usuarios y usuarias”, concluyó Yáñez.
De acuerdo al Ministerio de Agricultura “la actividad apícola se desarrolla en todo el territorio nacional, concentrándose el 99% de los colmenares entre las regiones de Atacama y Aysén produciendo miel, material vivo, servicios de polinización y otros productos de la colmena que tienen por destino al mercado nacional e internacional”.
“La apicultura chilena juega un rol relevante para nuestro país no sólo por su producción de miel y otros productos de la colmena, sino también por los servicios de polinización con abejas Apis Melífera que impactan positivamente en el desarrollo de la agricultura, en la protección de la biodiversidad y de las comunidades rurales que desarrollan la actividad”, detalla documentación de la cartera.