El 14° Estudio Nacional de Drogas en Población Escolar 2021 reveló que en los últimos dos años el consumo de tabaco, alcohol y marihuana entre adolescentes chilenos ha bajado de manera significativa, aunque con una tendencia que preocupa a los expertos: las mujeres evidencian una mayor prevalencia de uso.

Según el informe, realizado por el Servicio Nacional para la Prevención y Rehabilitación del Consumo de Drogas y Alcohol (Senda), un 2,2 por ciento de las adolescentes reconoció fumar cigarrillos a diario, cifra superior al 1,6 por ciento que registran sus pares varones.

En otras cifras, se detalló que el 20,5 por ciento de estas mujeres afirmó que ha usado marihuana en el último año, mientras que un 17,1 por ciento fue de ellos. En tanto, el 26,8 por ciento de las adolescentes admitió que bebió alcohol en el último mes, superior al 21,4 por ciento que registran los hombres.

"Ellas entran antes en la adolescencia y comienzan a salir y socializar a edades más jóvenes, lo que incluye el acceder a estas sustancias, frente a las que hay una menor percepción de riesgo", advirtió Adrian Mundt, psiquiatra de la Clínica Alemana y miembro del Equipo de Adicciones de la Clínica Psiquiátrica de la U. de Chile.

Otro de los factores es "la normalización del consumo a medida que ciertas conductas sociales, con una mayor participación de la mujer en la sociedad, se han ido homologando entre ambos sexo: incluyendo cosas que no quisiéramos, como el consumo de drogas", puntualizó Álvaro Castillo, director del Núcleo Milenio para la Evaluación y Análisis de Políticas de Drogas y académico de la U. Mayor.

EFECTOS NOCIVOS

Por su parte, el psiquiatra Daniel Martínez, director del Instituto del Bienestar y académico de la U. Adolfo Ibañez, recordó al medio antes citado que para las mujeres "el tabaco se asocia a un mayor riesgo de desarrollar cáncer de mama, renal y colorrectal, por ejemplo", a lo que se suma efectos a nivel estético, en la piel, el pelo y la dentadura.

Mientras que respecto al alcohol, Mundt advirtió que "ellas son biológicamente más vulnerables a hacerse adictas y a tener complicaciones con un menor consumo".

"En promedio ellas pesan menos y tienen mayor cantidad de tejido graso; como el alcohol se diluye más en agua, asociada a tejido magro, la capacidad de intoxicarse con alcohol es más rápida y mayor en las mujeres", explicó, en tanto, Castillo.