La semana pasada terminó el ciclo de reuniones del Consejo para la Reactivación Educativa convocado por el Ministerio de Educación que encabeza Marco Antonio Ávila en enero, que tenía como objetivo hacer propuestas para enriquecer el trabajo de la cartera en esa materia y que lo componían, entre otros, la senadora Yasna Provoste (DC); el exministro de Hacienda Ignacio Briones (Evópoli), la alcaldesa de Peñalolén y presidenta de la Asociación Chilena de Municipalidades, Carolina Leitao, y la rectora de la Universidad de Chile, Rosa Devés.

En esa quinta y última sesión se hizo una síntesis y se revisaron las más de 30 ideas presentadas en los encuentros anteriores, dando paso a un borrador de propuesta bastante cercano al que los propios consejeros esperan sea el definitivo. Ese borrador ahora debe ser afinado por el Mineduc antes de presentarle un informe final al Presidente Gabriel Boric y luego, al país.

Según comentan conocedores de lo acaecido al interior del consejo, el trabajo del viernes pasado, donde también estuvieron presentes Joaquín Walker, secretario ejecutivo del Plan de Reactivación Educativa, y Alejandra Arratia, subsecretaria de Educación, consistió en revisar cada una de las recomendaciones y cómo mejorarlas. Ese día, algunos consejeros, por ejemplo, insistieron en que el aspecto emocional es importante, pero que no se debe olvidar la relevancia de los aprendizajes y que las recomendaciones deben mencionar explícitamente que el foco tiene que estar puesto en los estudiantes y no en el sostenedor.

Pero, ¿por qué se habla de borrador? Tras la sesión del viernes 14 el Mineduc trabajará en la sistematización final de las ideas del consejo, con apoyo de la oficina de Unesco en Chile que funcionó como secretaría técnica del proceso, y en las próximas semanas se espera entregar el mencionado informe final al Mandatario.

“El documento al cual se hace referencia es un borrador inicial que se usó para trabajo interno del consejo, recogiendo junto a Unesco recomendaciones que fueron priorizadas por los consejeros en una serie de trabajos en grupo en las primeras reuniones y sesiones del consejo”, señalan desde el Mineduc, donde son enfáticos en aclarar que estas “no son las recomendaciones finales, ya que en la última sesión se trabajó sobre este borrador, y las y los integrantes del consejo sugirieron múltiples ajustes y reevaluaron algunas sugerencias. Estos nuevos ajustes serán sintetizados por la secretaría técnica del consejo y enviados nuevamente a este para más comentarios y sugerencias. Por lo tanto, el informe oficial de recomendaciones será presentado en las próximas semanas”.

Con todo, algunos de los consejeros aseguran que estos serán “cambios menores”, mientras que otros reseñan que hasta aquí el ministerio ha sido “bastante respetuoso del consejo, así que deberían respetar lo que hemos planteado sin muchas modificaciones y entregar algo bastante parecido a lo que salió el viernes”.

Pero ¿cuáles son las ideas?

Las recomendaciones específicas fueron hechas por cada uno de los ejes que el propio Mineduc estableció para la reactivación educativa: Convivencia y Salud Mental, Fortalecimiento de los Aprendizajes, y Asistencia y Revinculación.

El detalle de cada una de ellas es amplio y va desde propiciar la Jornada Escolar Completa, pasando por campañas en medios de comunicación, hasta la creación de incentivos para quienes logren traer de regreso a los alumnos que abandonaron el sistema escolar.

El detalle

Dicho está: el consejo, compuesto por 23 personas que trabajaron en equipos reducidos a lo largo de sus reuniones, dividió sus recomendaciones en tres ejes.

El primero de ellos es la convivencia y salud mental, donde el documento, al que tuvo acceso La Tercera, especifica que los desafíos en esta materia “requieren de estrategias que trascienden el ámbito educativo”. Es necesario, dice el texto, “abordar estos ámbitos intersectorialmente, articulando y priorizando con el Ministerio de Salud la atención especializada, y con Mejor Niñez las acciones frente a la vulneración de derechos”.

“Avanzar en una conceptualización que oriente prácticas pedagógicas para abordar el vínculo entre tecnología, bienestar integral y aprendizajes”, se señala como segundo punto, dando paso a la idea de “asegurar la transversalización de la educación socioemocional en el proceso educativo y promover una Jornada Escolar Completa que favorezca el desarrollo integral, bienestar y salud mental de estudiantes”.

Asimismo, y siempre en el ámbito de la salud mental, se propone abrir los centros educativos a la comunidad como espacios de encuentro y desarrollo personal y comunitario, “en horarios compatibles con las familias”.

Pero, además, “desarrollar acciones formativas para los diversos actores de las comunidades educativas que aseguren una implementación efectiva de estrategias para la mejora de la convivencia y salud mental”, así como “impulsar en la formación inicial docente la adquisición de competencias para abordar la convivencia y salud mental, el desarrollo curricular en el área socioemocional y la apropiación de la perspectiva de garantía de derechos”.

Respecto del segundo eje, el de fortalecimiento de los aprendizajes, el consejo sugiere reactivar lenguaje y matemática como parte de una pedagogía integral, “desde educación parvularia en adelante, y fortalecer en dicho nivel la promoción lúdica de la lectura, articulando con el nivel primero básico desde una visión integral del desarrollo de niños y niñas”.

También explicita “identificar y promover, mediante la formación inicial y continua, métodos para la enseñanza de la lectura y escritura que cuenten con evidencia sobre su efectividad e impacto”, además de “promover la lectura como una herramienta clave para el aprendizaje, a través de amplias campañas en medios de comunicación, con presencia en los espacios públicos y privados, en los lugares de trabajo y hogares”.

Pero no es lo único en esta materia, toda vez que el consejo llegó a la conclusión de que es necesario “ampliar el Plan Nacional de Tutorías y fortalecer el modelo en cuanto a mecanismos de apoyo, monitoreo, vinculación con la comunidad educativa, resguardo de seguridad, logística, entre otras”.

“Implementar mediciones del aprendizaje obligatorias, continuas y públicas, e implementar en la educación parvularia una medición de lenguaje”, se lee en otro punto de las recomendaciones, al que le sigue la idea de “promover prácticas educativas innovadoras, el trabajo en red, el intercambio de prácticas educativas y la reflexión pedagógica, fortaleciendo el nivel intermedio de gestión de Mineduc, los equipos directivos y comunidades educativas en general”, finalizando este eje con la sugerencia de “fortalecer la implementación de la prioridad curricular, propiciando la transversalidad y garantizando tiempos docentes para su profundización”.

Finalmente, en el ámbito de asistencia y revinculación, los consejeros proponen implementar un sistema de monitoreo de trayectorias educativas que entregue información por nivel, modalidad y otras variables, con una frecuencia y depuración de datos que permita su uso local, así como formar a los diversos actores en el análisis y uso de datos.

“Entregar un rol de apoyo a la revinculación y asistencia tanto a las comunidades educativas como a los diferentes niveles del Mineduc y sostenedores (Deprov, Seremi, DAE, DEM, Corporaciones y SLEP), evitando la sobrecarga de burocracia administrativa de los establecimientos educativos”, señala otro punto, mientras que a continuación se entrega la idea de fortalecer las competencias de los equipos de las comunidades educativas “para la elaboración de protocolos y el diseño e implementación de planes pedagógico-curriculares pertinentes a las necesidades de los estudiantes con rezago educativo”.

Hay también algunas sugerencias que involucran alicientes, como por ejemplo el “prevenir la exclusión y promover la asistencia con mejoras de infraestructura, en condiciones de transporte y en el diseño del SAE, implementando medidas contextualizadas y pertinentes para la educación rural, técnico profesional y parvularia”, así como “entregar reconocimientos e incentivos a los establecimientos y familias con avances en asistencia y revinculación”.

Los 23 expertos también recomiendan formar equipos territoriales enfocados a la revinculación y asistencia “con pertinencia y conocimiento del territorio” y que esta estrategia se debe fortalecer estableciendo alianzas de colaboración con otros actores claves de los establecimientos educativos e incorporando la participación de estudiantes de pedagogía.

Así también se propone fortalecer y diversificar la oferta educativa para la reinserción y reingreso de estudiantes excluidos, aumentando sus recursos y haciendo más atractivas y pertinentes las modalidades, para cerrar las recomendaciones con la idea de sensibilizar a la comunidad en general respecto a la importancia de la asistencia a los establecimientos educacionales “y la responsabilidad de los padres, madres y apoderados al respecto”.

Y aunque el trabajo del consejo para la elaboración de propuestas ya culminó, los mismos consejeros y el Mineduc acordaron continuar convocando a la instancia durante el año para informar avances y solicitar nuevas recomendaciones y retroalimentación.