Era una elección difícil de proyectar por sus características diferentes a procesos anteriores y sin duda tuvo características que serán analizadas por varias semanas. Uno de ellos fue la gran cantidad de personas que decidió no marcar una preferencia.

En el Biobío, uno de cada cinco electores estuvo en este grupo. Y es que según datos del Servel, un 18,2% de los votantes anuló y 4,4% dejó en blanco. Mientras que en instancias de definición anteriores, los nulos y blancos comprendían un margen que rondaba entre el 1% y el 5%.

"Creo que la gente está cansada y hay un agotamiento de la clase política. Este es un voto de castigo (...) Seguir con la hipótesis de que la gente es desinformada, en una segunda votación, no resiste", planteó Francisco Fuentes, académico de la Facultad de Comunicación, Historia y Ciencias Sociales UCSC.

En la Región hubo 888.901 votos válidamente emitidos, de los cuales 210.493 (18,29%) fueron nulos y 51.535 (4,48%) blancos.