Matías encontró trabajo durante este 2022. Luego de más de un año buscando empleo tras su egreso de ingeniería entró a ejercer por medio de una empresa subcontratista de una importante firma industrial de Talcahuano.

Comenta que fueron varios los intentos para concretar una oferta laboral, que además significara un sueldo acorde al mercado y a sus estudios superiores.

El caso de Matías corresponde a uno de los más de 600 mil a nivel regional registrados en esta temporada. “Obviamente hubo un momento de desesperación. Afortunadamente está todo resuelto y coincidió que encontré trabajo justo en un momento donde debía comenzar a pagar muchas cuentas”, dijo.

Es que pese a que no se logró recuperar los niveles previos a la pandemia, la Región del Biobío cierra este año con datos de ocupación al alza. Esto, según las últimas cifras entregadas por el Observatorio Laboral Sence Biobío.

Según el documento, la tasa de ocupación regional alcanzó un 50,7% (692 mil 564 personas) durante el último trimestre móvil agosto – octubre 2022, lo que representa un alza en 2,7 puntos porcentuales (pp.) Esto equivale a un aumento respecto al mismo trimestre del año 2021 (40 mil 356 ocupados).

Informalidad

El informe también muestra que la tasa de ocupación informal en la Región del Biobío se sitúa en 26,3% el trimestre agosto – octubre del 2022, equivalente a 181 mil 906 personas. Este indicador aumentó respecto al mismo trimestre del año anterior en 0,5 puntos porcentuales, lo que implica un aumento de 13 mil 616 ocupados informales más.

“Las mayores dificultades se encuentran en la ocupación y desempleo de jóvenes y de mujeres” dijo Luis Méndez, director del Observatorio Laboral del Sence de la Región del Biobío. Además, explicó que las razones obedecen a condiciones estructurales que afectan a ambos grupos y que ameritan mayor investigación y cambios en las políticas públicas.

Méndez agregó que los jóvenes se incorporan tardíamente al mercado laboral por inexperiencia, insuficiencia en los planes formativos y falta de flexibilidad de las jornadas y puestos de trabajo; y que por otra parte, las mujeres presentan baja participación por las tareas familiares que han debido asumir por su condición de género.

Entre otros resultados del informe están los relacionados a la cantidad de tiempo dedicado al trabajo. Respecto a éstas, se menciona que del total de ocupados en la zona, un 69,6% trabaja 41 horas o más a la semana, indicador que al ser desagregado por sexo involucra al 75,9% de los hombres y el 61,3% de las mujeres, detectándose una diferencia de 14,6% entre ambos géneros.

Franjas horarias

“En esto es fundamental lo que está haciendo el Gobierno al agregar indicaciones al proyecto de 40 horas, de las cuales una de las más relevantes tiene que ver con que las mujeres y hombres que estén a cargo del cuidado de hijos puedan optar a franjas horarias (también aquellos que estén al cuidado de adultos mayores con inhabilidad). Hacer esto, es reconocer que todos tenemos derecho a trabajar, a tener un sueldo digno para llevarlo a nuestras casas y mejorar nuestra calidad de vida”, sostuvo Sandra Quintana, Seremi del Trabajo y Previsión Social del Biobío.

Respecto a los jóvenes agregó que: “algunos jóvenes de 18 años no tienen experiencia ni han desarrollado oficios, por lo tanto, se hace más difícil su inserción laboral. Este tema se resuelve a través del Sence con capacitaciones tanto para hombres como para mujeres. Parte de la política regional ha sido insertar a las mujeres en cursos de conducción de locomoción colectiva”, contó Sandra Quintana.

Empleo y actividad económica

Claudio Parés, doctor en Economía y profesor de la Facultad de Ciencias Económicas y Administrativas (Facea) de la Universidad de Concepción comentó que “uno de los problemas de la recuperación del empleo es que debería asociarse con la recuperación de la actividad económica y el próximo año no será un buen momento para esto. Aunque esperamos que la Región se recupere un poco antes que el resto del país, es poco probable que la recuperación sea suficiente como para tirar con demasiada fuerza el carro del empleo”.

Parés añadió que esto genera que mucha gente comienza a desalentarse en la búsqueda de empleo o comienza a tomar trabajos peor remunerados y menos productivos. “Pero a diferencia del último par de años, ya no tendremos una demanda de bienes pujante sino lo contrario. Por lo tanto, serán claves las iniciativas y apoyos estatales, regionales e incluso privados, para impulsar la recuperación que deberíamos comenzar a ver hacia mediados o finales de 2023”, adelantó.